Con esta metáfora gastada siempre estuvo marcada la contienda electoral entre Iván Duque y Gustavo Petro, más por el sofisma manipulador que por otro factor.
Pero las reacciones no se hicieron esperar cuando pusimos en contexto la reflexión del sociólogo y académico, Francisco Antonio Becerra Murgas: “Colombia sólo cambiará cuando usted no defienda más una clase social a la cual no pertenece”, para desenmascarar a los arribistas que parecen mosca en leche cuando escalan posiciones.
Es evidente, en mi opinión, que cuando hay conflictos sociales hay lucha de clases, pero ese no es el problema, a juzgar del científico vallenato Rafael Valle, quien a renglón seguido advierte que en este siglo 21 el problema es de conocimiento, de creatividad, y comparte el perfil de linkedin de Juan Gutiérrez, fundador de “Colombianos Exitosos”: si usted está pensando que votar por Duque o Petro, o el que usted quiera, va a lograr cambiar el país, lamento decepcionarle. Eso no va a pasar.
¿Quiere un Presidente que en serio cambie nuestro destino? Sea usted el Presidente de su sociedad y empiece a construir un mejor país; salga temprano, dé las gracias, pida permiso, ceda el paso, no se cruce el semáforo en rojo. No arroje basuras al suelo y si la ve recójala. No empuje en el servicio de transporte público. Aprenda a perdonar y respete a los demás. No juzgue los errores de otros, nadie es perfecto.
Sea usted el Presidente de sus amigos, apoye sus proyectos, motívelos e inspírelos a ser mejores personas y salir adelante. Hable más de negocios y oportunidades y menos de lo que tienen otros. Sea empático, crea en los demás y ayúdelos a creer en ellos mismos. Apoye la industria nacional.
Sea usted el Presidente de su casa y lidere su familia. Comparta tiempo con ellos, edúquelos con más libros y menos televisión. Críe mejores seres humanos, que crezcan con una mentalidad ganadora. Si usted mejora, Colombia mejora. Si todos mejoramos, nuestro país será potencia. Resumiendo, el cambio se da si usted cambia. Diría “YO”: no espere el milagro Presidencial.
Pero el médico y abogado Gonzalo Araújo Daza se enfoca en la lucha de clases, que en su criterio no es mala, como quiere hacernos pensar la élite social, que a través de su holgura y comodidades abusan de las clases menos favorecidas, en tanto que el médico veterinario Miguel Zuleta Socarrás hace gala de su profesión, para afirmar que lo peor que le puede pasar a un pueblo es el miedo a cambiar, porque “somos como los caballos de carrera”: miran en un solo sentido, ya que la careta les impide mirar en otra dirección.
No me resta sino ponderar los países nórdicos que obtienen los primeros puestos en una gran cantidad de indicadores mundiales, incluyendo educación, economía, competitividad, derechos civiles, calidad de vida y derechos humanos, al aprovechar las mejores ideologías, socialistas, progresistas, de izquierda, centro o derecha para ese propósito, sin necesidad de apelar a la anacrónica guerra que no admite el pluralismo ideológico.