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Obispo pide milagro para el mirador de Santo Ecce Homo

Con una gran afluencia de público se llevó a cabo la misa mayor del Santo Ecce Homo. Joaquín Ramírez/EL PILÓN

Un llamado al restablecimiento de la concordia y amistad entre los semejantes realizó monseñor José Vélez Isaza, en el marco de la eucaristía mayor del Lunes Santo, en honor a Santo Ecce Homo, donde asistieron masivamente los fieles del patrono de Valledupar.

“El mensaje de la iglesia católica está centrado en el tema de la reconciliación, teniendo en cuenta que Colombia está viviendo tiempos de reconciliación, por muchos motivos: por los acuerdos con los grupos guerrilleros que se han hecho o que se buscan y por la necesidad de una reconciliación de toda la sociedad para poder alcanzar la paz.

No puede haber paz sin reconciliación; se pueden firmar todos los acuerdos del mundo pero no habrá paz, porque esta nace del corazón del hombre, y cuando un hombre acepta verdaderamente a Jesucristo como su Señor y acepta a los demás como hermanos aunque a veces haya equivocaciones, eso permite hacer del país una sociedad reconciliada. Ese será el lema fundamental de Semana Santa”, aseveró el Obispo de la Diócesis de Valledupar.

En la homilía que duró cerca de dos horas también se refirió a la necesidad de reconciliarse con la naturaleza, que está cobrando factura por el accionar desenfrenado del hombre.

“La tragedia de Mocoa fue una tragedia anunciada como bien se sabe por la depredación contra la naturaleza; nosotros no estamos libres de esta situación en el río Guatapurí o en otros escenarios. El gran llamado es que la autoridad pública sea servidora de la naturaleza. Repito la frase del obispo de Mocoa: Dios siempre perdona, el hombre perdona a veces, pero la naturaleza nunca perdona”.

“Es hora de terminar el mirador del Santo Ecce Homo

Así lo manifestó Vélez Isaza, rememorando que hace diez años se empezó esta obra y aún no se entrega a satisfacción a los habitantes de Valledupar.

“Esta obra no es de un gobierno o de un alcalde, tiene que ser una política gubernamental porque Valledupar está muy atrasada en un campo donde en otras ciudades ha avanzado mucho, como el turismo ecológico, escenarios deportivos y la parte religiosa. El mirador de Santo Ecce Homo tiene todos esos componentes: es un sitio turístico que va atraer mucha gente, es un sitio ideal para hacer deporte como caminatas y ciclismo; y también un espacio de peregrinación religiosa”, acotó.

El Obispo subrayó que este mirador tiene todos los elementos para ser un polo de desarrollo turístico de Valledupar, “solo la ceguera de algunos podrían dejar paralizada una obra como ésta. Invito a las autoridades, tanto municipales como departamentales, a aunar esfuerzos en pro de esta obra que es a favor de Valledupar”.

¿Qué significa el santo Ecce Homo?

La figura del Santo Ecce Homo en la visión bíblica es la presentación que Pilatos hace de Jesús cuando lo iban a condenar, donde tenían que escoger a uno de los que estaban condenados para ser liberados y Pilatos presenta a dos hombres: Barrabas, que era un malhechor y a Jesús de Nazaret.

“Se dice que lo dijo queriendo que la gente lo escogiera para liberarlo, pero la gente escogió a Barrabas, sinónimo del mal y del pecado, rechazando a Jesús y pidiendo su crucifixión. En ese momento Pilatos dice ‘Ecce Homo’ en latín, que traduce “este es el hombre”, pero cuando él dijo así, la gente grito más fuerte: a éste crucifíquenlo, lo cual aceptó Jesús de manera amorosa y así llegó a la cruz”, explicó el Obispo del Cesar.

También está la leyenda que se teje en torno a esta imagen que se venera en Valledupar. Cuentan los abuelos que un hombre de raza negra que llegó a Valledupar procedente del corregimiento de Rinconhondo, en Chiriguaná, con el argumento de que era artesano y ebanista; el forastero solicitó materiales para trabajar una imagen para la Iglesia, pidió que lo encerraran durante unos días, con pan y agua como provisión;  pero al cumplirse el tiempo, al notar que el extraño personaje no salía, que no respondía a los llamados,  violentaron la puerta y no encontraron al hombre. Había desaparecido como por arte de magia. En el lugar solo hallaron la imagen  en madera que desde hace más de 455 años es venerada los Lunes Santos, Santo Ecce Homo.

Según la creencia popular, el Ecce Homo suda copiosamente, líquido que se seca con paños que luego utilizan los creyentes para curarse de enfermedades. También se asegura que aumenta de peso cuando está disgustado y no desea que lo saquen a la procesión.

PUNTOS DE VISTA

¿Por qué es devoto a Santo Ecce Homo?

Jesualdo Hernández.

“Porque vemos en el Santo Ecce Homo a Jesús flagelado, al hijo de Dios. Todo lo que soy y lo que he conseguido se lo debo a nuestro santo patrono. Este fervor se lo he inculcado a mi familia y siempre tengo el compromiso de estar en estas celebraciones por ser ‘Caballero de Santo Ecce Homo’, y a la vez soy carguero, el compromiso en la tardes después de la misa mayor en la plaza Alfonso López es cargar al Ecce Homo”.

Jhonny Vega.

“Porque en mi familia cañahuatera hemos recibido de generación en generación la devoción al patrono de Valledupar, que es Jesús atado a la columna. Hemos visto como Ecce Homo ha salvado a muchos de mi familia, a muchos amigos, les ha sanado de enfermedades, les ha resuelto problemas; pero más allá de que sea la imagen de un Dios milagrero, es un Dios vivo que acompaña siempre a sus fieles, que nos da el aliciente diario para poder soportar pruebas y para bendecir su nombre”.

William Zequeda.

“Desde los 10 años comencé a venir en la iglesia porque mis padres son devotos de ellos. Tengo muchas satisfacciones de santo Ecce Homo porque he recibido muchas prebendas de Él; todo lo que le he pedido en cuanto a salud, dificultades económicas o en el trabajo, me lo ha concedido, lo cual hace que mi fervor crezca cada día más por este santo milagroso”.

José Luis Urón.

“Los vallenatos tienen una devoción increíble por Santo Ecce Homo, donde se desplega la fe y generosidad de este Cristo que acompaña a los vallenatos en momento de dificultad. Soy ferviente a Santo Ecce Homo, puesto que siempre en los momentos de dificultad hemos acudido a su protección y puedo dar fe que nos escucha y cumple. En mi casa y oficina siempre reposa una imagen de este santo”.

Rodolfo Campo Soto.

“Por tradición. Mis padres eran devotos al Santo Ecce Homo; a mí me bautizaron e hice la primera comunión en esta parroquia, bajo el amparo del santo patrono. Desde niño he estado en las congregaciones alrededor del Ecce Homo. Para mí él significa algo grande y muy de mi alma, más en su día. Pertenezco a los ‘Caballeros del Ecce Homo’, que somos los que nos organizamos para esta fiesta. A él le debo el milagro de la vida, de la salud, de estar todos los días palpitando al lado de mi familia y comunidad”.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN

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