Aunque poca es la información que rodea la historia del Obelisco ubicado en la tierra del ‘Valle del Cacique Upar’, se considera que esta obra, situada a la entrada de Valledupar en la vía que lleva a Barranquilla, no es propiamente una escultura, según el director de la Casa de la Cultura, Alberto Muñoz Peñaloza.
“Es una obra que corresponde a otras consideraciones, los obeliscos son inspiración de la cultura egipcia con un valor arquitectónico que ya está en el imaginario popular…” aseguró Muñoz Peñaloza.
Y como bien lo dice el funcionario público, esta gigantesca estructura, que alcanza una altura de 30 metros, es considerada como un hito o referente del espacio vital de la ciudad, donde cada diciembre confluyen cientos de personas entre propios y visitantes para disfrutar de las luces de diferentes colores que cuelgan de ella desde la parte superior, creando un juego de luces entre las artificiales y las de las noches estrelladas.
Esta hermosa visión que sólo se puede disfrutar cada fin de año, es la característica que le da mayor importancia a esta enorme piedra de gran significado en el desarrollo de la capital del Cesar.
Además, según Muñoz Peñaloza, el monumento tiene un valor patrimonial y una de las motivaciones para la construcción en el punto donde se encuentra, fue la de darle una connotación más cargada de urbanismo a la entrada de la ciudad. Lugar que significa “un punto de referencia importante desde el ámbito arquitectónico”.
Característica del obelisco.
Aunque pocos son los registros de esta valiosa obra, EL PILÓN conoció algunas de sus particularidades, entre ellas que es un ‘Homenaje a la Vida’, construida en el año 1994 por el arquitecto Helcías Castilla y diseñada por Carlos García.
Es una obra entregada en el mandato de Elías Ochoa Daza; segundo alcalde por elección popular de Valledupar. El diseño de la estructura es propia de la cultura griega, en forma de pilar, de sección cuadrada con cuatro caras trapezoidales iguales, ligeramente convergentes, rematado en la parte superior con una pequeña pirámide denominada Piramidón.
Obeliscos, propios del Antiguo Egipto
Cuenta la historia que los obeliscos durante la reforma religiosa de Ajenatón- décimo faraón de la dinastía XVIII de Egipto, que reinó entre los años 1336 y 1353, antes de Cristo- se consideraban como rayos petrificados. Anteriormente, eran tallados en un sólo bloque de piedra y eran colocados en las paredes de las tumbas, que según los egipcios contenían un poder vivificante, es decir que podría tener efectos para resucitar a sus muertos.
Varios de estos monumentos, en la actualidad hacen parte de Roma y están ubicados, especialmente en París.
Otras de las características de estas piedras gigantes se basan en que la construcción de los mismos, que hacen similitud a un pararrayos, por el material metálico con el que es construido el piramidón, ubicado en la parte superior, que forma un eléctrum.
En Colombia son pocos los obeliscos que existen, Valledupar, Lorica- Córdoba, Medellín, Pamplona, Cartagena, Pereira, Bucaramanga y Boyacá son algunas de las ciudades que cuentan con estos monumentos de referencia egipcia.
Por: Merlin Duarte García