Después de más de año y medio, de haberse interpuestovarias demandas de nulidad contra la reelección del procurador Alejandro Ordóñez Maldonado -por el Senado-con flagrante violación de la Constitución Política (CP), también deshonrada por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), al nominarloen la terna de elegibles que ordena la ley. De verdad, da grima que el Consejo de Estado (CE) todavía no haya fallado la impetración de este acto electoral.
La Corte Constitucional (CC) -guardiana de la CP-escómplice de la dilación del CE y, posiblemente, ratifique la reelección del procurador Ordóñez, ya que cuando, Hugo Gnecco, exalcalde de Santa Marta, interpuso demanda de nulidad -equivocadamente ante la CC- contra la reelección de, Edgardo Maya Villazón, como Procurador General de la Nación; sus magistrados en aquel momento, negligentemente se limitaron a notificarle que no era competencia de la CC,y, por ende,no diligenciaron las medidas para que el Congreso enmendara el vacío del artículo 276 de la CP.
Ante este comportamiento de los miembros del Senado y magistrados de las tres cortes más importantes, que idoneidad,moralidad, transparencia, imparcialidad, proporcionalidad, garantía y celeridad de la justicia se puede esperar en nuestro país. Sería como pedirle peras al olmo, en razón a que las decisiones de las autoridades dependen de los intereses individuales, especialmente de aquellos quebrindan mejores beneficios.
En consecuencia, el procurador Alejandro Ordóñez, con tal de permanecer en el cargo hasta el fin de periodo, seguirá burlando la CP y otras leyes.Pienso que podría apelar al recurso de tutela por el derecho a la igualdad, en vistade que el doctor Edgardo Maya Villazón terminó sus dos periodos como Procurador General de la Nación, cuya nominación a la terna de elegibles también la dispuso la CSJ,a pesar delas inhabilidades y acusaciones de tráficos de influencias.
Ahora, la Sala Plena del CE, se encuentra ante el dilema o reto de sus recientes sentencias que invalidaron las elecciones de Francisco Ricaurte comomagistrado del Consejo Superior de la Judicatura y la de Alberto Rojas como magistrado de la CC. Si no anula la reelección de Ordóñez, dejaría en entredicho su veredicto contra Ricaurte, quien fue elegido con la maña denominada “puerta giratoria”, que permite a los magistrados y demás altos funcionarios a salir y entrar a los puestos de mayor importancia por favoresmutuos.
Alberto Rojas pierde la magistratura porque para elegirlo se cometieron múltiples irregularidades, uno de ellas fue la inobservancia del requisito constitucional de “buen crédito” en el ejercicio profesional, que tiene analogía con la conducta de Alejandro Ordóñez, a quien, por su ortodoxia a ultranza, la CSJ y el Senado -escenarios con diversasideologías- nunca debieron elegirlo para Procurador General de la Nación.