Algo bueno debe estar sucediendo en el departamento del Cesar, para que en un mismo día coincidan las visitas del vicepresidente de la República, los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República, los ministros de Agricultura y de Vivienda, varios presidentes de entidades públicas, dirigentes gremiales y representantes de organismos de cooperación internacional.
El pasado jueves, mientras el gerente y codirectores del Banco de la República, presentaban en Valledupar el nuevo billete de veinte mil pesos, paralelamente, se firmaba un convenio para construir 1.800 nuevas viviendas gratis y se lanzaba el más ambicioso programa de inversión de desarrollo agroindustrial y social que haya existido en la historia de este departamento. Se trata de una política de Desarrollo Rural que involucra a cuatro periodos de gobierno con una inversión que supera los 12.8 billones de pesos.
Para ponerlos en contexto, según el estudio presentado por la Secretaría de Agricultura departamental, en los últimos 25 años la superficie agrícola del departamento del Cesar se ha reducido en 150.000 hectáreas y su hato ganadero en 940.000 cabezas de ganado aproximadamente. Entre tanto, la explotación minera ha despojado al sector agropecuario de unas 410.000 hectáreas, (equivalente a diez veces el tamaño de Bogotá) y los grupos guerrilleros controlan gran parte de la Serranía del Perijá y Sierra Nevada de Santa Marta, donde se cultiva la coca.
Para colmo de males, de las 1.7 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura y ganadería, solo el 27% tiene un uso adecuado.
Claramente, esta lamentable fotografía es la secuela del mal manejo que los gobernadores y alcaldes de turno le dieron a los dineros de las regalías del carbón. Ellos, prefirieron invertirlas en cemento, concreto y ladrillo (lo que deja el CVY) y no en la reactivación de estas zonas productivas. Por culpa de estas equivocadas decisiones, mientras el índice de pobreza en Colombia es del 27.8%, en el departamento del Cesar alcanza un 42.3%. Esta crónica del periodista de CM&, Mauricio Gómez, es el mejor testimonio del despilfarro de estas regalías. Ver video: https://www.youtube.com/watch?v=RLP2iTLyQG4
Con este lamentable panorama, el gobernador Franco Ovalle y su Secretario de Agricultura, decidieron destinar gran parte de los recursos de regalías en un plan de zonificación agrícola, pecuaria y forestal que les permita determinar qué, dónde y cuánta agricultura deben desarrollar competitivamente en su departamento, para luego realizar las inversiones que se requieren en infraestructura vial, servicios públicos, escuelas de emprendimiento rural y parques agroindustriales.
Este plan que ha sido bautizado con el nombre ‘Cesar Siembra’, tendrá unos instrumentos de subvenciones a la productividad y a la administración del riesgo. Es decir, se subsidiará un porcentaje de las inversiones en riego, investigación, transferencia de tecnología y seguro agrario. Además se constituirá un fondo para respaldar parte de las garantía de los créditos a los productores que pertenezcan a una cooperativa agraria.
No me cabe la menor duda que con esta política de ordenamiento y desarrollo productivo del sector agropecuario, el departamento del Cesar será en los próximos cuatro años, líder en competitividad agrícola y en exportación de alimentos del país. Por ahí es la cosa, estimado Gobernador.
@indadangond