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Nueva jornada con las viejas practicas

En la determinación del gobernante está implícito el crecimiento y desarrollo de los pueblos. Estos componentes son importantes, pero carecen de efectividad, si no son acompañados con planes, programas y proyectos. Los partidos políticos son organizaciones que procuran el poder como objetivo principal, en el marco de una estructura ideológica y programática.

En Colombia la impronta ideológica ha sido desde siempre una errada concepción, mientras que la idea programática ha sido diseñada con base en los dictámenes de cada coyuntura, en consecuencia, nuestras entidades territoriales crecieron desordenadas en virtud de la inexistencia de planificación, especialmente de largo plazo.

A pocas horas del debate electoral que elegirá gobernantes locales, experimento un deja vu con el proceso preelectoral, predomina la avalancha publicitaria, escasea el material propositivo, subsisten candidatos que espontáneamente expresan y prometen soluciones sin ningún sustento técnico, motivados por el reto de ganar adeptos aunque el argumento esté lleno de mentiras, razones que originan el fracaso de los gobernantes en la ejecución del gobierno.

La radiografía de la promiscuidad en las organizaciones políticas y el nulo talento para gobernar, también admite la deplorable práctica de la compra de votos, so pretexto de votar por otro candidato; persuasión al elector con proselitismo lastimero, constituye una forma de engaño, no obstante relevante en una sociedad con exiguas pretensiones y debilidades en autoestima. Este panorama de la actividad política es desfavorable para la construcción de sociedad y nación, no podemos olvidar que la edificación de la República requiere instituciones ejemplarizantes y sociedades educadas, garantes del desarrollo humano y democrático.

Las elecciones del 25 de octubre deberían marcar el principio del país del postconflicto,  reto importante que tienen las regiones, asimismo el proceso de administrar con pulcritud los recursos públicos, en aras de favorecer el desarrollo humano a través de la generación de riqueza manteniendo el equilibrio de la sostenibilidad ambiental, para que las generaciones futuras tengan las mismas ofertas naturales, como emblema de la consolidación de creación de confianza en la relación entre individuos o grupos sociales e instituciones.

No acostumbro transitar por las vías del pesimismo y la crítica desbordada, lo considero facilista e improductivo, en esta tribuna y en la vida diaria procuro orientación y el ejercicio propositivo, sin embargo, el próximo cuatrienio en el nivel territorial lo auguro igual al próximo a terminar, porque desde esos entes no hemos construido futuro, la estructuración de políticas públicas es una expresión para impresionar y una debilidad de las organizaciones políticas y sus dirigentes, porque obvian su valor, los plazos, el vínculo con la academia y las realidades de las tendencias nacionales y mundiales.

Por Luis Elquis Díaz

@LuchoDiaz12

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