La Superintendencia de la Economía Solidaria es una entidad adscrita al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, encargada de la supervisión, vigilancia y control de las actividades del sector solidario: cooperativas de trabajadores, de ahorro y crédito, los fondos de empleados y las asociaciones de productores.
En todo el país hay 3.764 organizaciones de estos tipos, de acuerdo con la superintendenta María José Navarro, quien dialogó con EL PILÓN sobre aquellas que están en el departamento del Cesar, en especial de la Cooperativa Multiactiva Algodonera del Cesar (Coalcesar), la cual fue fundada hace más de 40 años y actualmente está intervenida.
¿Qué procesos exactamente evalúa la Superintendencia en las cooperativas y asociaciones?
Estamos haciendo supervisión de la actividad financiera. Uno de los objetivos es proteger los ahorros y proyectos de los asociados que acuden a este modelo de colectividad alrededor del beneficio mutuo, es decir, supervisamos que no se pierda la esencia y la naturaleza jurídica del sector.
También estamos incorporando que se puedan visibilizar, no solamente los temas financieros, sino otros procesos alrededor de las entidades, como los riesgos de mercado, operacionales y cooperativos, para que empecemos a transitar de un modelo de supervisión netamente financiero a un modelo integral.
¿En qué sectores productivos se encuentran las cooperativas y asociaciones del Cesar?
En el Cesar tenemos 29 entidades y en toda la región Caribe 349, distribuidas en 51 cooperativas del sector real, 5 cooperativas de ahorro y crédito. Cuando hablamos del sector real o sin actividad financiera, hablamos de cooperativas de productores, la mayoría están en el sectores de servicios y agrícola.
Tenemos intervenida a la cooperativa de algodoneros del Cesar que está ubicada en el municipio de Aguachica. Esa cooperativa estaba en proceso de liquidación, incluso hubo una toma pacífica de las instalaciones de la cooperativa como protesta de sus asociados por las acciones que había venido efectuando la agente especial interventora anterior. A nuestra llegada a la Superintendencia, en agosto del año pasado, nuestro plan es recuperar la cooperativa y hacerlo de forma rigurosa y rápida porque ya tiene muchos años intervenida y necesitamos darle una respuesta y una solución a los asociados porque nuestro principal objetivo es proteger a los asociados, los proyectos y ahorros de la gente.
¿Y cómo avanza la intervención?
Yo realicé una visita en el municipio de Aguachica en octubre del año pasado, cambiamos al agente especial y estamos en un plan para que la liquidación de la cooperativa pueda darse en los mejores términos y pueda ser beneficiosa, de alguna manera, para los asociados, que no terminen perjudicados.
Y estamos evaluando, en otro proceso, las condiciones jurídicas para revisar si podemos recuperar la cooperativa y entregarla, al final de este proceso, a los asociados. Pero para no generar expectativa, debemos contar que este es un proceso largo que esta superintendencia quiere hacer de manera expedita, pero sobre todo, en articulación con los asociados.
El camino de la liquidación es el reconocimiento de unas acreencias y Coalcesar tiene unas acreencias reconocidas y hay unos activos que respaldarían la deuda, entonces en este momentos la agente está haciendo todo el proceso de articulación con los asociados para revisar los activos que tiene la organización y que van a cubrir la deuda y al final del ejercicio van a quedar unos excedentes producto de ese pago.
Serán los propios asociados, habilitados en una asamblea, los que decidan el destino de la cooperativa, si se reactiva con los excedentes o si les devuelven los aportes a los asociados con base en los excedentes que queden.
«La Cooperativa Multiactiva Algodonera del Cesar (Coalcesar) fue fundada en 1970 por más de 50 agricultores con el objetivo de facilitar el cultivo y la industrialización del algodón en la región, con el tiempo incorporaron el procesamiento de otros productos como el arroz.»
¿Cómo define usted la economía solidaria?
El modelo económico actual necesita cambios, transformaciones, sobre todo necesita base social, asociatividad. Esa es la apuesta que tiene el Gobierno nacional en el Plan de Desarrollo, es lo que ha venido diciendo el presidente en todas partes y nosotros, alineados con ese mandato, estamos convencidos de que el modelo de la economía solidaria tiene unos principios de colectividad y cooperación mutua, y es el modelo para reactivar la economía del país.
Entonces la definiría como democracia, en primer lugar, porque hay una base social dueña de un modelo que integra unos objetivos en común.
¿Cómo está el cooperativismo y la asociatividad en la región Caribe?
Sin duda hay que fortalecer el modelo en la región Caribe. Creemos que esta Superintendencia, con este nuevo enfoque de supervisión y con el equipo territorial Caribe podemos hacer crecer la economía solidaria. Hay 349 organizaciones de economía solidaria en la región Caribe, si lo comparamos con las que hay en Antioquia y Santander es un porcentaje bajo, es el 10 %, pero hay muchos modelos de asociatividad que podrían transitar al modelo cooperativo.
Las cooperativas que han creado los firmantes de paz también son objeto de vigilancia de la Superintendencia, ¿qué tanto han avanzado estas organizaciones para generar mejores condiciones, por ejemplo, a los reincorporados de Tierra Grata en el Cesar?
Ellos son beneficiaros de una estrategia que arrancó en octubre y se llama ‘Ruta solidaria por la paz’. Cuando nosotros llegamos a la Superintendencia nos encontramos con que el 90 % de las cooperativas de firmantes estaban sancionadas por no reporte de información, por desconocimiento de la norma, porque no tenían conectividad y demás. Hicimos un plan de choque para las 150 cooperativas de firmantes.
La semana pasada estuvimos en Tierra Grata porque estamos haciéndoles toda la transferencia de conocimiento y capacidades para que ellos queden listos para cumplir con todos los requisitos y la normatividad. Eso es supervisión proactiva, preventiva, y hace parte del nuevo enfoque de la entidad.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.