Mientras el país está atento a la campaña electoral a Congreso de la República y sumida en una polarización que asfixia, con malas noticias que dan cuenta de la inseguridad y la reactivación de la violencia en muchas regiones, en varias comunidades realizan trabajos que son vitales para la vida diaria de la población.
Es lo que ocurre con la estrategia Plan 50/51 para el mejoramiento de vías terciarias, que nació el año pasado en el marco del Acuerdo Final de Paz, como una estrategia del Gobierno Nacional para intervenir y mejorar tramos en los 50 municipios más afectados por el conflicto armado, la pobreza, la debilidad institucional y los cultivos de uso ilícito.
El propósito es el mejoramiento de 50 kilómetros en cada uno de los 51 municipios priorizados mediante la participación activa de la comunidad y las alcaldías municipales, para ofrecer buenas condiciones de movilidad que conlleven a la reactivación económica de cada una de las regiones.
En el Cesar, el municipio de La Paz es el único beneficiado; mientras que en La Guajira le tocó a Fonseca ser receptor de esta estrategia. No sabemos cómo le ha ido a La Paz en la ejecución del Plan, pero sí cómo avanza Fonseca, en una clara demostración de trabajo en equipo: comunidad y gobierno. Aquí hace un trabajo interesante la Agencia de Renovación del Territorio.
En el municipio guajiro realizan obras de mantenimiento de 12 kilómetros entre Fonseca y el corregimiento de Sitio Nuevo, construyen tres boxcoulvert y 20 mil metros cuadrados de construcción de vía, y retiraron 700 metros lineales de basura que impedía el tránsito normal de aguas; mientras que en el tramo Conejo-Caña Boba hacen mantenimiento de 7.7 kilómetros, construyen una placa huella de 28 metros lineales y un boxcoulvert; en Conejo-Las Colonias otra placa huella de 308 metros lineales y un mantenimiento rutinario de 80 alcantarillas, y entre Gaticos y Guamachal, intervienen 5.4 kilómetros, construyen dos boxcoulvert, entre otras obras en vías terciarias.
En este Plan se invierten $ 50.000 millones, provenientes del antiguo Fondo Nacional de Regalías que transfirió los recursos a la Agencia de Renovación del Territorio.
Qué oportunidad tan bonita para los campesinos, que sean ellos mismos los que pongan la mano de obra para ejecutar estas obras priorizadas por la comunidad porque les permitirá salir y entrar a la zona sin ningún contratiempo.
Son obras que cambian la vida de los campesinos y de las personas que viven en estas comunidades, que bien vale la pena resaltar para mostrar que hay otras noticias para informar.