Una de las anécdotas más enriquecedoras de Gandhi fue aquella donde logra vencer su adicción a la sal, pero antes le habían pedido consejo acerca de cómo dejar este hábito, y él, siendo honesto consigo mismo, pidió una prórroga, con el propósito de curarse y luego sí, dar el método efectivo para lograr dicho objetivo basado en su propia experiencia. Hacemos referencia a esta anécdota, porque leyendo las páginas del libro “La historia de la medicina en el Valle del Cesar y Ranchería” recientemente publicado por el ilustre galeno Luciano Aponte López, encontramos una verdadera joya, y es la diatriba del Dr. Leonardo Maya Brugés, donde narra la batalla que libró consigo mismo para dejar el nocivo hábito de fumar.
Empieza el Dr. Maya, cuya fama de buen médico se extendió por toda la comarca, auspiciado por el famoso canto del maestro Escalona titulado “La creciente del Cesar”. En esa narrativa pondera el famoso galeno, los pros y los contras del tabaquismo, citando la frase del escritor Oscar Wilde: el cigarrillo produce “un placer casi divino, porque a más de ser exquisito, lo deja a uno insatisfecho”. Sin omitir que es una sustancia nociva que afecta los pulmones que más temprano que tarde pondrá fin a la existencia o cuando menos, a sufrir por esta causa. Y entonces se enfrentan dos titanes: la razón, que determina el peligro de fumar; y la voluntad, que doblega la intención de dejar el nocivo hábito. El final de la historia deja una gran lección de honestidad, y es que el autor dejó de fumar, después de 60 años de adicción, no se atrevió a revelar el fundamento epistemológico que lo condujo al éxito, y que no es otro que el empleado por los griegos ‘Nosce te ipsum’ (conócete a ti mismo), y que hoy, como un homenaje póstumo al Dr. Maya Bruges, y a todos los galenos que con su profesionalismo y vocación de servicio han escrito páginas de oro en la historia de la medicina en el Cesar y La Guajira.
A nuestros amigos y amigas recomendarles este libro del Dr. Luciano Aponte López, escrito con honestidad, por un humanista que ha hecho de la medicina su razón de ser, dedicando toda su vida al servicio de sus congéneres, y que defiende la educación como condición sine qua non para el desarrollo de los pueblos. A él y a los ilustres galenos, imposible nombrarlos a todos, para ellos, nuestros sinceros agradecimientos.
La frase de cierre: “Como credo político le rindo culto al orden institucional siempre y cuando se adorne con el arco toral de la justicia social”. Autor: Luciano Aponte López. Obra: Historia de la Medicina en el Valle del Cesar y el Ranchería. Página: 16.
Por: Darío Arregocés Baute / darioarregoces2308@hotmail.com