No es fácil reconocer a un potencial psicópata o feminicida en el contexto social, aseguran los expertos en la materia, pero las mujeres sí podrían identificar las señales de alerta en una relación sentimental para evitar ser una víctima más en las cifras del departamento del Cesar y el territorio nacional.
La figura masculina dominante, controladora, manipuladora y de comportamientos celotípicos o de celos delirantes son apenas algunos de los indicios para que las féminas salgan a tiempo de una mala relación sentimental.
De no hacerlo o tratar de manera oportuna la conducta de la pareja con un profesional de la salud mental, la mujer corre el riesgo de ser sometida al maltrato físico y psicológico que podría costarle la vida.
“Esto puede ser peligroso en la medida que la relación se deteriore porque el hombre no quiere perder el control y puede desplegar comportamientos violentos. Estos se pueden identificar cuando comienzan a controlar los tiempos, los propios espacios de relación e interacción con los demás y el no permitir que la pareja se capacite”, manifestó Juan Carlos Bermúdez Cuello, especialista en psicología forense y máster en psicología clínica.
En el peor de los casos el hombre podría comenzar a desarrollar conductas psicopáticas relacionadas a la insensibilidad, ausencia de empatía, remordimiento e indiferencia hacia la responsabilidad.
“Por supuesto todo eso comienza con el daño psicológico que es la fase previa a la agresión física. Esas son las típicas características que una persona muestra cuando tiene tendencia psicópata y violadoras de derechos de los demás”, puntualizó Bermúdez Cuello.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
Sin embargo, las mujeres que finalmente reconocen la luz roja o sufren la arremetida violenta de la pareja que las induce a terminar la relación se enfrentan a otra realidad: al acoso del opresor que se rehúsa a ser abandonado y la inoperancia de la justicia a veces para darles protección.
“Terminar una relación de manera sana es muy difícil porque depende mucho del estado interior; entonces si estoy organizado en la mayoría de las cosas se podría enfrentar con responsabilidad una ruptura, aunque duela, pero si por el contrario interiormente no se está bien, no hay equilibrio por hechos del pasado, entre otras cosas, no se está preparado para afrontar una separación”, explicó Eduardo Linares, especialista en psicología clínica y con estudios en psicoterapia.
Agregó el profesional que a partir de ahí salen a flote conductas muy dañinas que ponen en riesgo la integridad física.
“Empiezan a aparecer las amenazas, el odio irracional, el intento de controlar o supervisar la vida del otro y el ‘Si no estás conmigo no quiero que estés con otro’”, puntualizó Linares.
Es en ese punto donde la víctima tiene que darse prisa en buscar refugio en lugares lejanos o denunciar al victimario para que sea procesado y enviado a prisión.
Pero hay quienes muchas veces no alcanzan a optar por algunas de las decisiones y terminan lamentablemente sin vida. Como es el caso de Inés Fragoso Herrera, asesinada con arma blanca por su expareja en el municipio de La Paz, en hechos registrados la madrugada del pasado primero de enero.
Según la Fiscalía General de la Nación, en el 2021 se presentaron tres casos de feminicidio en el departamento del Cesar.
Este tipo de muerte violenta de mujeres a manos de un ex o actual compañero sentimental, por razones de género, tipificada en la ley colombiana como feminicidio, es una de las formas de violencia más extremas que existe contra la mujer. Sin embargo, para ser considerado como delito requiere de una serie de requisitos establecidos en el artículo 104ª del Código de Procedimiento Penal.
Entre esos está que el victimario haya tenido una relación familiar, íntima o de convivencia con la víctima en la que haya ejercido un ciclo de violencia física, sexual, psicológica o patrimonial que antecedió el crimen contra ella; que el sujeto haya hecho actos de instrumentalización de género, sexual o acciones de opresión contra la mujer, entre otros aspectos. En conclusión, que las circunstancias violentas estén ligadas a la condición de mujer.
LA PREVENCIÓN
Pese a las falencias en el sistema de justicia y salud, las víctimas de violencia de género pueden acudir a las líneas de emergencia o a la línea de vida 125 del departamento para pedir ayuda.
Los funcionarios a partir de la alerta mediante las entidades como Policía, Fiscalía y demás, pueden buscar la manera de cómo ayudar.
Igualmente, los encargados de la salud mental insisten también en la importancia de acudir a terapias para tratar de salir de la violencia o superar acontecimientos tormentosos.
“Las personas tenemos que entender que la salud mental es un tema prioritario. Aquí lo han vuelto un tabú por creer que los que van al psicólogo son enfermos o locos, pero eso es ignorancia porque es tan importante como hacer ejercicio diario”, finalizó el psicólogo Linares.
Marllelys Salinas / EL PILÓN