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Nos merecemos a los corruptos

Colombia se mece en bandadas oblicuas de políticos que no están pendientes del desarrollo intrínseco de la nación, sino en detrimento del mismo país, juegan a ver cómo caen las instituciones para parecernos más a otros países latinoamericanos que sufren en carne propia el desespero de sus habitantes. Esto da grima.

Seguramente hacía allá nos llevan los Macías, los Uribe, los Santos u otros “locos” intelectuales que dicen conocer de filosofía política como los Gaviria, los Pastrana, los Mockus y los Vargas Lleras, por mencionar nada más a unos, de esas proles.

Nuestros políticos, en vez de mirar hacia el futuro se anclan en los problemas que envejecieron mal, no les importan las salidas sociales, es decir, la búsqueda de la independencia y el disentir, sostienen mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan.

Tenemos un país hecho a la medida de lo que queda de los partidos políticos y una jauría de áulicos. Ahí está este señor Ernesto Macías, ayer un “fantasma”, hoy dueño de un botín en el gobierno. Pero lo que vale es que incendió al país con sus acusaciones insulsas e inoportunas.
Ahí está Uribe, con las costillas rotas, (nadie ha investigado si fue verdad o mentiras que se cayó del caballo), a quien no le importó echar reversa en su famosa renuncia, a quien hasta los de la Corte Suprema le tienen terror, porque parece que “cesó para él la horrible noche”.

Es el dueño de un país impuro.
Tíochiro dice que ahí están en el Congreso, “torciendo” todo el proceso para elegir como Contralor a José Félix Lafaurie, aunque Edgardo Maya haya dicho que “un corrupto en la Contraloría es como un violador en un jardín infantil”. Lo que importa es que ¡viva la corrupción!

El eterno dirigente de Fedegan, José Félix seguramente será elegido el próximo lunes en reemplazo de Maya Villazón, porque se afirma que ya el Centro Democrático lo decidió.
Dice Tíonan que en el país “todo sigue patas arriba” y falta ahora que el 26 de agosto, los corruptos puedan ganarle a la gente de bien en la Consulta Anticorrupción.

Todo indica que el presidente Duque no moveré un dedo para invitar a los colombianos a votar la consulta anticorrupción ni mucho menos lo hará Uribe (ya lo dijo) y los congresistas están muertos de la risa, por tremenda comedia.

Contrario a mis consejeros, yo también estoy feliz y contento, ojalá que los colombianos no salgamos a votar por el sí el 26 de agosto, los invito a todos a votar para que todo siga igual o empeore, es mejor que la corrupción siga campante y boyante. Que los políticos corruptos sigan adelante, para que el presidente Duque les aumente su salario a $50 millones mensual y reduzca el salario mínimo a $500 mil.

Porque a la ciudadanía colombiana le falta lo que le sobra a Macías: pantalones, aunque sea para denigrar de otra persona o para insinuar la corrupción. Hasta la próxima semana. Por Aquilino Cotes Zuleta-tiochiro@hotmail.com @tiochiro.

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