“Vivir sabroso”: ese dicho que hizo tan popular Francia Márquez nos retumba a los colombianos en la cabeza. Definitivamente la dupla Petro-Márquez le está cumpliendo al país. Lo que pasa es que no aclararon en su momento quiénes eran los que iban a vivir tan bueno.
Las recientes noticias, luego de 2 amargos meses del nuevo gobierno, nos muestran que quienes están viviendo sabroso son Petro y Márquez, sus ministros, los mafiosos encarcelados en La Picota, el coreógrafo y bailarín Nerú Martínez -quien de paso afirma haberse “curado” de su homosexualidad- y los partidos tradicionales que los apoyan, entre otros.
Estos personajes se les unieron a los miembros de la guerrillerada de las FARC, que están viviendo sabroso desde hace tiempo a costa del bolsillo de todos nosotros: tienen curules en el Congreso y esquemas de seguridad con camionetas blindadas y cientos de escoltas. Todo esto por haber sido delincuentes, narcotraficantes, secuestradores, reclutadores de menores, asesinos, etc.
Petro y Márquez, que llegaron a la Presidencia hablando de austeridad y de reforma tributaria porque el país “está quebrado”, han adquirido lujos que los millones de colombianos que ganan el salario mínimo o que están inmersos en el empleo informal o el desempleo, no podrían ni imaginarse. La lista es larga. La lista es descarada.
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El tema no termina ahí porque más incoherente que la lista que ya vimos, terminó siendo el manejo que el Pacto Histórico le ha dado a este escándalo: además de defender a ultranza las ideas animalistas -se les olvidó que los gansos son animales-, de no apoyar la industria nacional que dicen defender con sus políticas proteccionistas -Challenger también fabrica estufas a inducción y televisores de muy buena calidad-, y de llegar a la Casa de Nariño a elevar impuestos para todos los colombianos con el argumento de que el estado no tiene un peso. ¡Nos creen pendejos!
Según el narco libretista los gobiernos anteriores gastaron también y por eso hay que hacerlo; y el señor del cabello desordenado, el impuntual, el que se agazapa durante sus discursos lentos y poco planeados sobre los atriles, el que poco usa corbatas, afirma que las compras son para los colaboradores del Palacio. ¡Nos creen pendejos!
Los ministros también viven sabroso sin dar pie con bola; en vez de haber conformado un gabinete tecnócrata este equipo es politiquero como el que más, varios de sus integrantes tienen manchas enormes y oscuras en sus hojas de vida y se han vuelto expertos en lo que sabe hacer la izquierda: crear caos, desgobierno y cada cierto tiempo, soltar una bomba noticiosa de esas que transmiten ideas absurdas, para ver cómo reacciona la opinión pública y en consecuencia tomar decisiones. De gobernar no tienen la más mínima idea. Mauricio Lizcano afirma no haber hablado con Petro en 2 semanas, el 25% del tiempo que han estado ahí sentados; no se perciben ni articulación ni liderazgo genuinos. Los que sí pasan bueno son los mafiosos en La Picota, que a ritmo de vallenato y whisky pasan varios días celebrando haber aportado millonarios recursos para elegir al ojibrotado. Y a cosechar lo que han sembrado, no esperaron mucho tiempo para pasar la cuenta de cobro. ¡Nos creen pendejos!
Y Nerú contratado por $7´000.000 de pesos mensuales como entrenador personal. ¡Lo que tienen es huevo!