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Nos congregamos esta noche para orar

Bienvenida la Navidad. Como todos los años los vallenatos nos congregamos hoy 24 de diciembre a orar por los nuestros y por los extraños, en un día lleno de alegría e inolvidable para la niñez: grato y pleno de esperanza en la madurez; cargado de añoranzas y nostalgias en la vejez, que aproximan al ser a la tristeza. La Navidad sirve de acicate espiritual para crear un clima de cordialidad y alegría que ojalá persista en los días futuros, para recibirlos con optimismo y confianza en nosotros mismos y en los demás miembros de la comunidad.

La Navidad debe ser motivo de regocijo, de acercamiento familiar y de hermandad. Hay que aprovechar en buena forma, pues cuando pasan los años en el ser humano, el buen Niño Dios parece recordarnos que cada día que pasa nos aproximamos a otro mundo y por ello con nuestros más queridos seres debemos tratar de reverdecer las alegrías de la Navidad.

La llegada del Mesías a la tierra sentó las bases del cristianismo, busquemos ante todo reverdecer el día de su nacimiento con actos de bondad, de cariño y de generosidad con los que más lo necesitan, con los que no pueden disfrutar de obsequios y comida tradicional.

El mundo está urgido de condiciones de humanidad, que se superen los odios, las ambiciones y sobre todo, la envidia. Los vallenatos en general son envidiosos y les molesta que otros prosperen. Hoy es un día propicio para que los miles de espíritus que se congregan en torno al pesebre, hagan un acto de fe y desde allí se pida que cese la violencia y por la paz nuestra.

La Navidad es un momento de reflexión y de reencuentro en la que generalmente hacemos un balance del año, en la que nos planteamos algunos cambios y en la que le deseamos a nuestros familiares, amigos, a nuestros gobernantes actuales, Luis Alberto y Freddy, igualmente a la Policía, en especial al actual comandante Faiber Hugo Martínez Jiménez, a los coroneles Edgar Rodríguez, Urquijo y Currea, al mayor Mora y a mis distinguidas amigas oficiales de la Policía: Rosa, Patricia y Emilia, a los intendentes Ariza, Lisbeth, Martha, a los agentes Laudelino, a la patrullera Mayra Mejía, lo mejor para sus vidas.

Igualmente, a mis lectores y amigos y en especial a todos aquellos viejitos que asisten a las tertulias de ‘El Turco’ Pavajeau: Aristides López, al dueño de casa, Augusto Socarrás, Rodolfo Maestre, Carlos Céspedes, Alfredo Martínez, José Alfonso Martínez, Jaime Calderón, ‘Juancho’ Calderón, Robert Gómez, Hernán Duque, Luis Alberto Armenta, Huberto Calderón, ‘El Negro’ Zabaleta, Hernán Cabello, a los contertulios ocasionales Gustavo Gutiérrez, Loncho Sánchez, Rafael Castro, Evelio Daza, Alejandro Isaza, Ciro Monsalvo, Carlos Murgas Guerrero, Freddy Orozco y ‘El Pibe’ Díaz, entre otros. Y a la familia pilonera.

A todos ellos les deseo una Navidad tranquila, amable, símbolo de amor y fe y para todos la paz, generosidad y fraternidad.

Alberto_Herazo: