A pocos meses para que termine el cuatrienio de gobierno de alcaldes y gobernadores elegidos para el periodo 2012-2015, comienzan los balances y conclusiones finales sobre la gestión de los mandatarios municipales y departamentales; unos contarán en su haber con una gestión positiva y escribirán su historia en páginas de oro, mientras que otros quedarán en deudas con sus comunidades y entrarán a la galería de los malos recuerdos.
En el caso de nuestro Departamento, existe la ligera impresión de que todo ha marchado bien y que el Plan de Desarrollo ‘Prosperidad a Salvo’ se ha cumplido satisfactoriamente, pues las voces de la independencia poco se han escuchado para rebatir los aciertos o desaciertos del gobierno, como tampoco han hecho ruido quienes hacen el control político, al igual que los medios de comunicación quienes ha preferido mantenerse distante del tema, es decir, pocos han sido los debates y las opiniones encaminadas a cuestionar la gestión de este gobierno.
En palabras de Alejandro Nieto, todo parece indicar que los que tienen algo que decir no pueden acceder a quienes quieren escuchar y los que quieren escuchar no saben a quién dirigirse. Ahora no podemos desconocer que cuatro años son suficientes para alcanzar el cumplimiento de todas las metas trazadas en un plan de desarrollo, pero si es un tiempo prudente para fijar acciones y cambiar de rol frente a las necesidades más sentidas de la comunidad y poder intervenirlas sin aplazamientos; como antecedente podemos citar el presidente Rosssevelt que solo necesitó cien días para sentar las bases del estado de bienestar del que hoy goza el pueblo de los Estados Unidos.
Ahora si revisamos el objetivo general del Plan de Desarrollo que se propuso: implantar el compromiso de mejorar las condiciones sociales y económicas del pueblo del Cesar, a través de la acción gubernamental que tiene la obligación ineludible de combatir la pobreza, de brindar servicios públicos óptimos, de ofrecer condiciones para que el sector productivo alcance adecuados niveles de productividad y competitividad y de crear empleo (…) desde ya sabemos que no todo está a salvo, pues existen una serie de evidencias que apuntan a sostener que muchos sectores aún les falta un salvavidas, como por ejemplo: la meta de las 20 mil viviendas proyectadas bajo el anuncio de “techo a salvo” no se ha cumplido, en cuanto al componente de salud, denominado “salud sin fronteras”, hoy existen 12 hospitales inmersos en programas de saneamiento fiscal y financiero por su aguda crisis fiscal y una red pública hospitalaria sin una adecuada infraestructura; en cuanto a la educación, sigue en aumento el índice de analfabetismo en el Cesar por encima de la media nacional y una creciente deserción escolar; por su parte el deficiente desempeño en las pruebas Saber, muestran el bajo rendimiento académico en la calidad de la educación, etc.
Conste, no nos podemos dejar deslumbrar por el buen manejo de imagen, no nos podemos dejar distraer por los colores de las vallas publicitarias anunciando obran en cemento y sobre todo, taparnos los oídos para escuchar lo que debemos.