Hay preocupación en Valledupar por el nuevo interno de la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de esta ciudad, John Jairo Velásquez Vásquez, alias ´Popeye’, el exlugarteniente del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria. Aunque ya había estado en esa prisión hace 16 años, durante 14 meses, ayer generó mensajes rechazo a su llegada al aeropuerto Alfonso López, custodiado por la Policía y el Inpec.
En redes sociales la ciudadanía vallenata ha manifestado reparos al traslado del exsicario y las autoridades locales también han hecho pública su inconformidad. El secretario de Gobierno Municipal, Gonzalo Arzuza, maneja la tesis de que con cada traslado de reclusos de alta peligrosidad se muda su séquito criminal que incide directamente en la seguridad de la ciudad, con extorsiones y otro tipo de actividades delictivas; su preocupación es fundada.
Sin embargo, hay que entender que hay diferentes perfiles de reclusos de alta peligrosidad. Otros internos reconocidos como Rafael Uribe Noguera, el hombre que violó y asesinó a Yuliana Samboní; también de Luis Alfredo Garavito, más conocido como ‘La Bestia’, el asesino en serie de más de 175 niños en Colombia; y de Luis Gregorio Ramírez, mejor conocido como ‘El monstruo de la soga’, también han generado rechazo a su llegada a la ciudad, pero no porque incidan con alguna estructura criminal en la seguridad, sino por lo reprochable de los actos que los llevaron a prisión.
A ‘Popeye’ sí lo investigan porque tendría vínculos con organizaciones criminales de Antioquia. Él había salido de prisión el 26 de agosto de 2014, después de permanecer 23 años en prisión por los crimines que cometió como jefe de sicarios del Cartel de Medellín, pero volvió a estar tras las rejas el pasado viernes, sindicado de extorsión y concierto para delinquir.
Sin querer estigmatizar, consideramos que las autoridades deben adelantar las investigaciones pertinentes para atender el temor expuesto por la administración municipal y actuar en el que caso de ser comprobado.
La llegada de Velásquez Vásquez también revive un engaño casi criminal que le hicieron a la ciudad. La penitenciaría, conocida como ‘La Tramacúa’, en su construcción fue presentada por el Gobierno Nacional como solución al hacinamiento de la Cárcel Judicial del barrio Dangond, la cual sería eliminada para la instalación de un parque, pero no se solucionó el hacinamiento ni se sacó la prisión del sector residencial.
A la fecha, esta sigue siendo una prisión con altos estándares de seguridad. En su diseño participó el Buró Federal de Prisiones (BOP) de los Estados Unidos; fue inaugurada en abril de 2000, siendo presidente Andrés Pastrana (víctima de secuestro de Popeye). Aunque no nos guste el Inpec traerá más jefes de combos o bandas criminales.
Por ahora, la Alcaldía recurrirá al Ministerio de Justicia y al Inpec para que se cambie la categoría de ‘La Tramacúa’, a mediana y baja seguridad. Ojalá se logre, sabemos que hay buenas intenciones, pero no es una tarea fácil y no son el primer gobierno en intentarlo.