Sin parques donde recrearse de manera sana, ni siquiera áreas de cesión para su construcción, así viven niños y jóvenes de San Antonio, un barrio con más de 40 años de fundado y en constante desarrollo económico.
Los padres de familia son los más preocupados con esta situación porque sus hijos no tienen dónde desarrollar sus actividades deportivas.
“Nos toca en muchas ocasiones salir a otros barrios con temor por el tema de la inseguridad”, sostuvo uno de los habitantes de este sector.
“Nuestros niños no tienen donde jugar, les toca hacer canchas improvisadas a mitad de la calle exponiéndose a peligros ante el paso continuo de motos y a los vidrios que pueden encontrar sobre las calles. A pesar de ser una tradición bonita, ver a los jóvenes jugar sobre las calles no podemos dejar de un lado el peligro que representa”, dijo Adriana Yarima, residente y miembro de la Junta de Acción Comunal.
Por Jennifer Polo / EL PILÓN