Este jueves, el gerente de la Concesionaria Yuma, Guillermo Díaz, se refirió a la tragedia que despertó al municipio de Bosconia el pasado domingo 23 de octubre.
“No hay responsables, es una calamidad de la naturaleza”, aseguró el directivo ante los medios de comunicación durante la exposición de un informe técnico sobre lo sucedido.
No obstante, Díaz agregó que con la información recopilada por miembros de la concesionaria “no se quiere imponer una interpretación”.
SÍ HAY RESPONSABLES, SEGÚN URÓN
El presidente de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón, replicó la citada afirmación: “Usted es muy generoso. Claro que hay fallas y responsables, principalmente del Estado”.
No obstante, Urón había hecho un “llamado a la prudencia” horas antes.
“Dejemos que las entidades competentes determinen el grado de responsabilidad que tiene cada quien, pero que Yuma no se vaya, que retome las obras”, subrayó.
EL ESTUDIO DE YUMA
La directora técnica de Yuma, Diana Gavilán, expuso que, luego de hacer un recorrido por la zona, llegaron a la conclusión de que el aguacero generó una “creciente extraordinaria de 2.50 metros en la parte alta del cerro”.
Añadió que esa cantidad de líquido “bajó con tal fuerza que sobrepasó la poza de los Zabaleta, donde la Alcaldía construyó un canal de desvío que no fue suficiente para conducir el agua hacia fuera del municipio”.
Según la ingeniera, el exceso de líquido fue el que inundó a alrededor del 80% del municipio “porque el agua busca su cauce natural”.
A su turno, el presidente de la Sociedad de Ingenieros en el departamento del Cesar, Nancio Galván, aseveró que al mencionado canal artificial “no se le ha hecho mantenimiento desde hace años”.
“UNA SUMA DE CAUSAS”
Por su parte, la Oficina para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático del Cesar expuso a EL PILÓN una serie de causas que determinaron junto con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgos de Desastres.
“Se puede indicar que la emergencia fue causada por los excesos de lluvias que se presentaron en la cuenca alta de donde se encuentra el jagüey Zabaleta, sumado a la presencia de cuerpos o espejos de agua en la zona, derivados de la extracción de material de arrastre en esa área”, informó la entidad.
El encargado de esta oficina, Odacir Camargo, señaló que el aumento del nivel de agua “sobrepasó los jarillones y estructuras presentes, arrasando con parte del terreno y vegetación aledaña e impidiendo que esta transitara de manera normal por el arroyo de derivación, ocasionando que estas aguas también fueran transportadas hacia zonas de descarga, debido a obras asociadas a la vía, por medio de alcantarillas de la variante hacia el municipio de El Copey”.
Y concluyó: “Estas aguas tomaron dirección hacia el casco urbano y entraron al canal de Bosconia, más el flujo de agua dirigido hacia el arroyo Bosconia, donde se anota que no cuentan con condiciones hidráulicas óptimas que garanticen el paso normal de las láminas de agua”.
¿Y LAS CANTERAS?
Al final de la jornada, periodistas preguntaron a Yuma sobre el análisis de la incidencia que tuvieron las canteras que suministran el material de construcción para las vías, pero la entidad afirmó que no es “dueña” de esos yacimientos.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.