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No están en sus cabales…

Una muy distinguida politóloga caleña de la Universidad de Los Andes, que forma parte de un sector político que hace campaña en toda la geografía nacional buscando adeptos por el No a los acuerdos de La Habana, y de cuyo nombre no quiero acordarme, haciendo uso de su condición de congresista y de su derecho a la libre expresión manifestó en un reciente foro realizado en Medellín, que los miliares perdieron sus principios y que el ejército está diseñado como fuerza letal. Para cualquier parroquiano desprevenido, interpreta que lo que la congresista dijo, es que los militares vendieron su doctrina y que el ejército está hecho para matar. Los efectos de estas incendiarias declaraciones no se hicieron esperar, y fue así como el jefe natural de esa colectividad política, de cuyo nombre, tampoco quiero acordarme, le pidió a la congresista que ofreciera excusas a nuestras fuerzas armadas… y ¡oh sorpresa! Lejos de rectificarse la ilustre politóloga, en clara desobediencia civil, se ratifica.

Sirva lo anterior, amigo(a) lector(a), que todavía no ha decidido su voto por el Sí o por el No, para ilustrar el pensamiento ideológico de quienes defienden el No, en qué consiste lo de la desobediencia civil, y la opinión que tienen de nuestros héroes de Colombia -léase Fuerzas Armadas- y de los negociadores del acuerdo, incluidos el General Mora y el General Naranjo.

Considero que, contrario a lo que piensa la ilustre politóloga, Colombia entera está en deuda con nuestro glorioso ejército nacional, pues gracias a su coraje, valentía y pundonor, se logró debilitar las estructuras de las Farc-EP y negociar lo que hoy, es una realidad, el acuerdo que pone fin al conflicto. Conflicto armado interno, que para los que apoyan el No, no existe, ni ha existido, pero que la Colombia campesina, desplazada, victimizada y sin oportunidades hemos padecido por más de medio siglo.

Colombia debe darse la oportunidad de perdonar, de despojarnos de odios y rencores, y buscar la salida al conflicto más antiguo del hemisferio occidental, a través de la reconciliación con el hermano… Es que no podemos olvidarnos que la guerra, no es otra cosa que matarnos entre hermanos, Hijos de un mismo Dios, hijos de una misma Patria. La paz es  el legado que dejaremos a las futuras generaciones, pues con la paz nadie pierde y quienes se oponen a la paz, probablemente no están en sus cabales, o simplemente están en el error de creer que los acuerdos logrados se pueden re-negociar. Allá ellos.

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Dario_Arregoces: