La forma en que usamos nuestra lengua pone en evidencia lo que somos, lo que pensamos y en lo que creemos, es así como el lenguaje nos puede afectar positiva o negativamente nuestras vidas; en este orden, si tenemos música llenas de versos de amor, seguramente vamos a tener una sociedad amorosa, pero si por el contrario tenemos música violenta, vamos a tener una sociedad violenta.
En esta ocasión aprovechando la aproximación del Día del Idioma, he querido traer a colación algunas acotaciones del lenguaje propio de la música urbana, particularmente la del reggaetón, cuyo uso considero se hace muy peligroso para las nuevas generaciones, especialmente para los niños que están creciendo escuchando estas letras cargadas de violencia, especialmente contra la mujer.
Pero lo que más llama la atención del asunto, es que según sus creadores, asocian sus letras a la belleza femenina, personalmente pienso todo lo contrario; qué decir de palabras como perra, zorra, loca, puta, bandida, malparida, sata, cuero, corbeja, cantúa, fuerzúa, que son entre otros los adjetivos que se utilizan para referirse a la mujer, pues no le veo nada de poesía ni romanticismo a estas expresiones, por el contrario son términos vulgares y humillantes para una dama. Ni que decir de lo burdo para hacer referencia al modo de bailarlo, conocido en ese medio como perreo (forma de bailarlo), o sandungueo (persona que lo baila), esto sin hacerle comentarios al ritmo metálico y estridente de esta música, donde las chicas sacuden sin parar sus descomunales caderas como si hubiese descargas eléctricas en todo su cuerpo, lo cual no hace cosa distinta sino que despertar morbo a eso se le llama flow.
Otras canciones van más allá y hacen apología al sexo y hasta los mismos genitales de la mujer, como el serrucho de Mr. Black, o el chocho de Charles King. Pregunto ¿acaso esto es lirica? No digo que esta manera de expresión sea válida en tanto hace parte de una idiosincrasia precedida de una cultura propia de un sector amplio en nuestra sociedad y que queramos o no, hace parte del pluralismo que se predica en la Carta Política; pero toda práctica por muy cultural que sea, si vas más allá de los límites de aceptación y por el contrario trasgrede con su manera de hacer o manera de decir a cualquier ser humano, es merecedora de reproches sociales.
Ahora como la Real Academia cada día ha ido aceptando palabras de estirpe cultural para los hispanohablantes, no es nada raro que pronto “perrear y sandunguear” hagan parte del diccionario de la RAE, considerando que el idioma español se inició como latín vulgar del Imperio romano, y como ya nada nos sorprende, en un futuro el homenajeado en este día ya no sea Miguel de Cervantes Saavedra, sino Mr. Black o don Omar.