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No es hora de callar: qué buen ejemplo

La violencia contra las mujeres se convirtió en tema de interés general y mueve a la sociedad civil y a la institucionalidad para visibilizar esta situación que afecta al género femenino en todo el país y en todas las clases sociales. El Cesar es uno de los departamentos donde mayores casos de violencia física contra la mujer se presentan y en el último año los casos de homicidios han aumentado, incluyendo a niñas.

En Valledupar el movimiento que se generó desde el 2011 con la Campaña ‘Párala ya! Nada justifica las violencias contra las mujeres’, una iniciativa del sector privado y la sociedad civil, ha hecho un trabajo casi con las uñas que hoy tiene un resultado visible como es la Red de Voceras y Voceros que se encarga de multiplicar los derechos y deberes de las mujeres; mientras que desde la institucionalidad poco se ha hecho y por el contrario se ha enfrentado el tema con ‘pañitos’ de agua tibia.

Por eso hoy EL PILÓN celebra y pone de ejemplo la campaña ‘No es hora de callar’, que lidera desde Bogotá la periodista Jineth Bedoya Lima, quien el 25 de mayo del año 2000 fue víctima de secuestro, tortura y abuso sexual mientras cumplía con su trabajo. Ella logró que la próxima fecha del fútbol profesional colombiano (este domingo 25 de mayo) sea dedicada a decirle NO a la violencia contra la mujer.
 
Esta iniciativa la apoya la Dimayor, ONU Mujeres, PNUD y la Casa Editorial EL TIEMPO, que se unieron en torno al fútbol para rechazar la violencia contra la mujer, debido a la gran masa de aficionados que mueve este deporte en todo el país. Aunque las vallas ‘No es hora de callar’ solo estarán en los estadios este domingo, en los partidos de la Categoría A del fútbol profesional colombiano, debería ser un ejemplo a emular en la B, y que nuestro Valledupar F.C. se ponga también la camiseta para rechazar las violencias contra las mujeres.

En Colombia, cada día 245 mujeres son víctimas de algún tipo de violencia. La impunidad bordea el 90 por ciento de los casos y los esfuerzos son insuficientes para frenar esta pandemia nacional, como la ha catalogado Naciones Unidas. Puntualmente en Valledupar y el Cesar en general, las cifras son proporcionales a las nacionales y por ello se espera que el tema de las violencias contra las mujeres deje de ser intermitente en la agenda de los gobernantes y se convierta realmente importante, no en el tema que los hace alzar la voz y pedir justicia cuando ocurren hechos lamentables.

Categories: Editorial
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