Lo ocurrido ayer en el corregimiento de Cuatro Vientos, municipio de El Paso, Cesar. No puede volver a suceder. Es ilógico que la comunidad proteste porque añora y anhela la época de la ilegalidad, que aunque sabemos era su única manera de subsistir, no es la mejor manera para desarrollarse socialmente.
Se trata del contrabando de gasolina venezolana que por años se comercializó en toda La Guajira y el Cesar, en especial este poblado ubicado en la Troncal de Oriente, por donde diariamente transitan miles de vehículos que eran sus seguros clientes.
En El Paso históricamente sus habitantes se dedicaron a la agricultura y la pesca, luego llegó el boom minero y vieron en él una oportunidad para mejorar sus vidas. Algunos habitantes pudieron ubicarse laboralmente en las minas asentadas en su territorio, pero el trabajo no alcanzaba para todos y se abrieron paso en el negocio ilegal de la venta de gasolina de contrabando, la vía Codazzi-Cuatro Vientos se convirtió en una trocha adecuado para ingresar el combustible, el cual también llegaba por la vía Codazzi-Verdecia.
Eso hizo que Cuatro Vientos, un pueblo afrodescendiente, dejara su vocación y se dedicara a llenar sus casas, patios y calles de gasolina, que incluso generaron más de un accidente producto de incendios. Pero la situación cambió desde que el presidente venezolano Nicolás Madura cerrara la frontera con Colombia.
El municipio de La Paz, norte del Cesar, que era considerado como la capital de la gasolina, hoy tiene otro ambiente, ya no exhibe los miles de galones a lado y lado de la vía, y las grandes bodegas de almacenamiento lucen vacías. El pueblo respira otro aire y las personas (hombres, mujeres y jóvenes) que dependían económicamente de la gasolina de contrabando han cambiado de actividad, unos de manera independiente, pero otros a través de un programa de reconversión que lidera la administración municipal con el acompañamiento del Sena y recursos del gobierno departamental y nacional.
No ha sido fácil, pero tampoco imposible, consolidar cada idea de negocio para generar empleo, productividad, pero van por buen camino. Lo mismo debe ocurrir en Cuatro Vientos, a donde deben acelerar el programa de reconversión laboral para no darle lugar a las bandas de contrabandistas a que generen este tipo de situaciones, como la ocurrida ayer cuando un grupo de personas, algunos encapuchados, bloquearon la troncal de Oriente, interrumpiendo el tráfico entre la costa y el interior del país. Al alcalde de El Paso, Hidalfo De la Cruz y al gobernador del Cesar, Franco Ovalle, les toca acelerar el paso para que la comunidad, la que realmente no tiene cómo generar ingresos, pueda beneficiarse del programa de reconversión.