Y ADEMAS
Por: ALBERTO HERAZO PALMERA
Hace algunos días, nuestro director, Carlos Alberto Maestre, invito a todos los columnistas de EL PILON a una amena y sabrosa tertulia de integración de fin de año. Se aprovechó este evento para hacer un balance de actividades de fin de año y de propósito para el nuevo.
Entre los propósitos, se recomendó por parte de uno de los contertulios que sería bueno hacerle el seguimiento a algunos comentarios o noticias importantes dadas por el periódico y que no se dejen a simples escritos y hasta ahí, y no se vuelven a mencionar el tema.
Por eso quiero continuar el tema de nuestro río Guatapurí, tema tratado en muchas oportunidades por este diario.
Del Guatapuri se ha escrito lo más variado y pintoresco de su aspecto. pero lo más impresionante y alarmarte es su total abandono, un río sin doliente, sin asistencia alguna, volviéndole la espalda inexplicablemente y a penas reducido a sus propias y caprichosas posibilidades naturales. Y esto último, aunque no expresado con todo el énfasis y la crudeza que hubiera deseado.
Por que en verdad, hemos sido más que ingratos y olvidadizos con nuestros ríos. Lo hemos dejado a la buena de Dios, a penas atendido, pienso yo, con los escasos recursos de que puede disponer una de las entidades oficiales de la ciudad, mientras tanto nuestro pobre río discurre calmadamente en marcha a su definitiva ruina.
Acaso, no es hora de que miremos hacia él y se le presten los auxilios adecuados?. Pero no, ahí lo hemos dejado solo, desmoronándose, erosionándose cada vez más y extinguiéndose poco a poco. Y pensar cuanto hacen, en cambio, por sus ríos, otras regiones más conscientes y vigilantes de la riquezas incomparables que ellos representan en todos sus sentidos. Con qué casi amoroso cuidado los países europeos y norteamericano, por ejemplo atienden y vela por sus ríos esenciales. En cambio aquí todo es incuria y abandono.
Al Guatapurí lo queremos todos propios y extraños, pero no pocos se preocupan por su suerte, por enésima vez, nos hacemos personeros del río Guatapurí. A su historia estamos ligados. Que quede así. Como constancia de todo ese amor por su noble condición, este alegato que no será ciertamente el último.
JORGE ELIS CRESPO PARA EL CONCEJO
Lo prometido es deuda. En mi última columna manifesté que a partir de ésta presentaría la hoja de vida de algunos aspirante al Concejo. El primer escogido es mi gran amigo Jorge Elis Crespo, vallenato puro y que considero tiene las cualidades, el perfil y representa uno de los valores auténticos de nuestra región para ocupar una curul en el concejo municipal.
Tiene una hoja de vida brillante, como pocas personas. Ha desempeñado numerosos cargos: Directivo de la junta de acción comunal del Barrio Primero de Mayo; funcionario de la gobernación del departamento del Cesar; vinculado al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar; asesor de la Contraloría Departamental; director del ICETEX, regional Cesar y Guajira; desde allí abrió las puertas para que muchos jóvenes se hicieran profesionales como gestionando muchas becas y créditos para muchos cesarenses y guajiros; fue jefe de talento humano en el Instituto Departamental de Rehabilitación y Educación Especial del Cesar (IDRED), últimamente estuvo vinculado a la Universidad del Cesar, desempeñando el cargo de profesional especializado con funciones de coordinador de grupo de gestión de desarrollo humano y vicerrector (e) administrativo de la Universidad Popular del Cesar; representantes de los egresados en el Consejo Académico de la misma.
Y además, docente catedrático de la Corporación Universitaria del Caribe; de la Universidad de Santander y Popular.
La asamblea departamental lo distinguió por su extraordinaria gestión al frente de la dirección del ICETEX. Este es Jorge Crespo. Un candidato de probada capacidad, sencillo, de mucho carisma, con un gran deseo de servirle a la comuna. Su slogan será “PARA SEGUIR SIRVIENDO”.
POSTDATA: La próxima columna presentare el nombre del distinguido profesional Carlos “cale” Andrés Cotes Maya.