El Gobierno nacional está preparado para enfrentar cualquier eventualidad que se pueda presentar por el fenómeno de El Niño u otra contingencia en materia energética del país, contrario a lo que se afirma en algunos medios de prensa, desconociendo deliberadamente el soporte técnico y financiero pagado, para que el sistema eléctrico afronte estas contingencias; estos medios lo hacen para generar desconfianza e incertidumbre en la ciudadanía.
Las cifras no mienten: desde 2006 los generadores de energía reciben por “Cargo de confiabilidad” medio billón de pesos que paga en su factura mes a mes cada usuario, aporte que representa un 12%, recursos que hasta la fecha suman $68,3 billones, para evitar situaciones adversas ante fenómenos naturales como el que se avecina, mecanismo creado por la CREG.
Haciendo historia nos retrotraemos a la Ley 143 de 1994 que le dio vida jurídica al “Cargo por Capacidad”, que garantizaba el abastecimiento de la demanda del servicio de electricidad bajo criterios económicos y de viabilidad financiera, normativa que se usó después del apagón de 1992, más oneroso para el Estado, pero de mayor rentabilidad para los inversionistas durante la recordada y maltrecha Hora Gaviria.
¿De no estar preparado el país para hacerle el quite al fenómeno de El Niño, entonces cuál ha sido el papel de la seguidilla de ministros de Minas y Energía en 29 años contados desde 1994 a 2023?, si las generadoras de energía disponían del músculo financiero necesario para poner las plantas térmicas en un 100% de capacidad?
Con estos argumentos la ministra de minas, Irene Vélez, rebate las críticas de la oposición, de querer mostrar un panorama desolador.
“La crítica puede ser severa, pero no intransigente, porque revela incapacidad y no sugiere soluciones”, premisa de la lógica y el sentido común.
Según Acolgen, que es la Asociación Colombiana de Generadoras de Energía Eléctrica, el país actualmente tiene una matriz de generación que asciende a los 18.9 GW, un 15% adicional a lo que se tenía en 2015. La capacidad de generación hidráulica es de 12.54GW, la térmica es de 6.06GW y las plantas eólicas y solares hoy generan 0.40GW.
De esta forma, Colombia afrontará un posible fenómeno de El Niño en 2023 con proyectos de fuentes no convencionales incorporándose al sistema. Asimismo, hay proyectos menores de 10 MW, que pueden tener un potencial de 1.3GW, más otros megaproyectos que pueden sumar 4.5GW.
A pesar de que el Gobierno nacional heredó algunos proyectos paralizados por temas de licenciamiento ambiental y social, especialmente en el departamento de La Guajira como la línea de transmisión “Colectora” y algunos de generación eólica y solar, la entidad ha tomado cartas en el asunto y a través de la presencia en el territorio mediante la gerencia guajira, se han logrado avances importantes, entre ellos la reactivación de la construcción del parque eólico Windpeshi, fundamental para la transición energética justa en Colombia.
En medio de esta turbulencia de desinformación es dable que la ministra de Minas robustezca su esquema de asesores con la experticia necesaria para espantar los cantos de sirena y los anuncios apocalípticos que no se dieron cuando gobernó el precursor del neoliberalismo, César Gaviria, en medio de las improvisaciones y debilidades de la época.