¿Por qué Europa y América, Occidente, no controlan el virus y sí Asia?
Frente a las teorías de que esta tiene gobiernos dictatoriales, se restringen las libertades, existe exagerada higiene pública o hay un monitoreo digital, del que se cree erradamente que la gente tiene un chip adherido para que le hagan un férreo seguimiento, se ha explicado por el filósofo surcoreano Byung- Chul Han, una teoría distinta que tiene que ver con la cultura, los hábitos; el civismo.
Hay también gobiernos liberales en Oriente, también se restringen por la emergencia las libertades de forma similar -incluso no se ha renunciado a la calle y a la vida económica-, por lo menos en los países ricos de Occidente del hemisferio norte los niveles de higiene son altos y el seguimiento digital es tan riguroso, donde originalmente por cierto se creó laconectividad y digitalización. En el caso latinoamericano esta parte de Colombia, que es la Costa Norte, tendríamos que vernos en el espejo del llamado ‘folclorismo’. Se sacrifica el civismo y la responsabilidad.
“El virus no debe minar el liberalismo. Sin embargo, también en Occidente olvidamos enseguida la preocupación por la esfera privada en cuanto empezamos a movernos por las redes sociales(...)
Que grupos de adolescentes celebren fiestas ilegales en plena pandemia, que se acose, se escupa o se tosa a los policías que tratan de disolverlas, que la gente ya no confíe en el Estado, son muestras de la decadencia del civismo. Paradójicamente tienen más libertad los asiáticos, que acatan voluntariamente las severas normas higiénicas. Ni en Japón ni en Corea se ha decretado el cierre total ni el confinamiento. También los daños económicos son mucho menores que en Europa. La paradoja dela pandemia consiste en que uno acaba teniendo más libertad si se impone voluntariamente restricciones a sí mismo. Quien rechaza por ejemplo el uso de mascarillas como un atentado a la libertad acaba teniendo al final menos libertad.
El civismo y la responsabilidad son armas liberales eficaces contra el virus. No es verdad que el liberalismo conduzca necesariamente a un individualismo vulgar y a un egoísmo que jueguen a favor del virus”
Byung contrasta el manejo que ha dado Nueva Zelanda un país liberal venciendo dos veces el virus: “una movilización cívica”,y aquél donde “Trump, llevado por su puro egoísmo y su afán de poder, ha socavado el civismo y dividido al país”.
Liberalismo y civismo no tienen por qué excluirse. Civismo y responsabilidad son más bien un prerrequisito esencial para el buen logro de una sociedad liberal. Cuanto más liberal sea una sociedad, tanto más civismo será necesario. La pandemia nos enseña qué es la solidaridad. La sociedad liberal necesita un nosotros fuerte. De lo contrario se desintegra en una colección de egoístas. Y ahí el virus lo tiene muy fácil. Si quisiéramos hablar también en Occidente de un “factor X” que la medicina no puede explicar y que dificulta la propagación del virus, este no sería otra cosa que el civismo, la acción conjunta y la responsabilidad con el prójimo”, concluye Byong en el diario español El País .