Aunque desde hace tres años a su hija le detectaron arterias invertidas, y por ende, afecciones en su corazón, por lo que tuvieron que operarla de urgencia en Barranquilla y posteriormente le practicaron varios cateterismos, Vanessa Payares siempre ha conservado la fe en que con tratamientos médicos su pequeña llevará una vida normal; sin embargo las restricciones económicas han sido una limitante en todo este proceso.
Así como ellas, muchos padres de familia buscan recursos de forma desesperada o entutelan a las EPS para que les autoricen los tratamientos requeridos para que sus hijos tengan una mejor calidad de vida. Es por ello que las brigadas gratuitas de la Fundación Cardioinfantil las reciben como una opción ante el panorama gris que a veces presentan.
La actividad que se llevó a cabo en el Hospital Rosario Pumarejo de López logró diagnosticar a 271 menores, entre cero y 17 años, que presentan cardiopatía o malformación del corazón de nacimiento, con síntomas donde se detecta que hay ritmos cardiacos alterados; es decir, que el funcionamiento del corazón no es el adecuado. Así lo explicó la coordinadora de Responsabilidad Social de la Fundación Cardioinfantil, Carolina Herrera Vargas.
La Fundación Cardioinfantil atendió a más de 480 niños, de los cuales 11 fueron remitidos a cirugía urgente, 12 a cirugía electiva, así mismo se llevó a cabo el control de 143 menores y 105 dados de alta. En la jornada fueron practicados 147 ecocardiogramas y 65 electrocardiogramas.
En la convocatoria se les exhortó a los padres que detecten signos y síntomas de afecciones cardiacas como: labios y uñas moradas, desmayos, dolores en el pecho y antecedentes familiares de problemas del corazón. En la jornada en sí hacen un proceso de apertura de historia clínica, toma de signos vitales y valoración por pediatría, quien dependiendo de lo que identifique ordena un electro o ecocardiograma; luego pasan a Trabajo Social, donde se identifica si el niño realmente es de escasos recursos.
“Tenemos de aliado el banco de Millas de Avianca, con el cual hacemos el traslado a Bogotá de los niños con mayores problemas de salud, así como de su acudiente; les ofrecemos hospedaje y alimentación y todo el tratamiento a cargo del programa social Regale una vida”, acotó Herrera Vargas.
Por su parte, la presidenta de las Damas Rosadas de Valledupar, Yadira González Rosado, se refirió al respaldo de su organización en esta actividad. “Para estas brigadas apoyamos en la parte logística y económica. Atendemos a los niños y a sus mamitas, proveemos los refrigerios para que ellos pueden estar cómodas y puedan ser atendidos de una manera integral. Después del diagnóstico también apoyamos en el viaje a Bogotá pagando los impuestos de los vuelos y el valor del albergue; también suministramos algo de dinero a las mamitas para que ellas puedan disponer para sus gastos. Para ello, cada una de las 20 damas rosadas activas hacen sus aportes y recibimos donaciones de particulares y empresas privadas”.
El Hospital Rosario Pumarejo de López respalda la brigada cardioinfantil con su infraestructura, así como la disposición de personal de enfermería y mantenimiento e ingenieros de sistemas, de tal manera que la Fundación Cardioinfantil haga con éxito las brigadas. Este tipo de jornadas se estarán realizando en todos los municipios del Cesar.