Cerca de las 11:30 p. m. del lunes 3 de junio ingresó al hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar, un menor de un año perteneciente a la comunidad indígena yukpa, que presentaba múltiples lesiones presuntamente provocadas por perdigones (proyectiles de cartuchos de escopeta). El pequeño se encuentra estable de salud y le fueron practicados diversos exámenes médicos para determinar mayores afectaciones.
De momento, los móviles y autores son materia de investigación por parte de las autoridades. Por ahora, se esperan las declaraciones del líder indígena para conocer su postura frente al hecho.