En el Palacio de Nariño, en acto protocolario, el presidente Juan Manuel Santos sancionó la Ley 1773 o Ley Natalia Ponce de León; Natalia, luego de dos años de haber sido afectada con ácido y con más de 26 operaciones en su rostro, mostró satisfacción por el surgimiento de esta Ley al Panorama Jurídico.
Esta Ley es una novedad legislativa, en adelante el hecho repudiable de lanzar ácido al cuerpo de una persona se considerará un delito autónomo; en otras palabras no se tipificará como simple lesiones personales. Mediante la Ley 1773 se modifican los artículos 68, 104, 113, 359 y 374 de la Ley 599 de 2000, también modifica el Artículo 351 de la Ley 906 de 2004. Las penas que incluye a quienes comentan este delito se aumentarán de 150 a 240 meses de prisión si la conducta es simple, si se causa deformidad en el rostro de la víctima la pena que se impondrá será de 251 a 360 meses de prisión; además de una multa de 1.000 a 3.000 S.M.L.M.V., y con incremento de la pena de hasta una tercera parte.
Natalia, la joven que se convirtió en el rostro de la tragedia de ataques con ácido, durante el acto de la firma de la Ley se le volvió a ver sin la máscara que utilizaba, manifestando que quiere dedicar su vida a hacer realidad algo urgente que necesita Colombia y que es una Unidad de Atención para Quemados, acorde con los requerimientos del país. Quienes cometan esta conducta delictiva no gozarán de los beneficios de suspensión condiciones de la pena.
La ley fue promulgada por el Gobierno Nacional, con la presencia de la bancada del movimiento político MIRA, autores de ella en el Congreso. Natalia nos entrega con su nueva actitud a todos los colombianos muestras de ser una mujer valiente, que afronta este difícil momento y que sirve de referente para muchos que les toca vivir esta situación. Nos corresponde no expresarle compasión, por el contrario mostrar de manera contundente el rechazo ante este acto cobarde que le cometieron.
La bancada del partido MIRA busca con esta Ley establecer penas más drásticas que correspondan con la gravedad del hecho; de esta forma también se ataca y controla contundentemente la fabricación, tenencia y tráfico de sustancias corrosivas. Es la oportunidad para insistir en un verdadero control por parte de las autoridades pertinentes a establecimientos que fabrican y comercian sustancias corrosivas, las cuales pueden afectar a cualquiera en un momento desafortunado, así lo prevé la Ley que ya entró en vigencia.
Natalia se quitó la máscara que antes usaba y está ahora, como lo dijo, contenta consigo misma en un reencuentro con la sociedad, ya ha crecido en valores y espiritualmente para cumplir las metas que todavía tiene en mente.
A Natalia la acogemos, acompañamos y abrazamos en este momento y a futuro, impulsando el cumplimiento de la Ley 1773 de 2016.