Por Abdel Martínez Pérez
abdel.martinez@elpilon.com.co
Naimen López Arias, un vallenato, técnico en seguridad industrial, con 17 años de trabajo, es uno de los bomberos más antiguos del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar. En entrevista con EL PILON dijo que su mayor satisfacción es la disposición permanente y la oportunidad de servirle a la comunidad.
EL PILON: ¿Cómo llegaste a ser bombero?
Naimen López Arias: En el año 1996, tenía la necesidad de trabajar y me presenté ante el comandante de la Unidad Bomberil, en ese entonces estaba el extinto Efraín Quintero Araujo, quien me manifestó que en la actualidad no había vacante, pero días después, es decir, el 6 de noviembre del mismo año, me encontré con él y me dijo que ya estaba el puesto. Me preocupaba que no tenía experiencia, pero mi superior me argumentaba que iba a recibir capacitaciones y así me inicié.
E.P: ¿Cuál que su primera experiencia frente al fuego?
NLA: Fue algo que jamás se olvidará; hace ya muchos años, se registró un incendio en el bar 'Donde Cachete', localizado en el barrio 'Simón Bolívar', donde se incendió una de las habitaciones y el local donde dormían todas las muchachas que ofrecían sus servicios allí. En ese momento, sentí cómo se expone uno como bombero frente a la candela y la labor social que le presta a quienes sufren estas emergencias. Desde ahí, comenzó mi gran interés y mi inclinación de continuar a esta titánica y riesgosa actividad, pero que lo hago con mucho amor en favor de la ciudadanía.
EL PILON: ¿Se siente realizado como bombero?
NLA: Siento que estoy cumpliendo con una loable labor, doy gracias a las directivas del Cuerpo de Bomberos, por brindar las capacitaciones, la dotación de equipos, de vehículos y demás implementos que se requiere y no solo a mí, sino a todos mis compañeros y de quienes conformamos la Unidad Bomberil. Así mismo del apoyo de las autoridades locales y seccionales que en la actualidad entienden y se esmeran de la necesidad de mantener un Cuerpo de Bomberos bien dotado.
EL PILON: ¿Ha sufrido algún percance en el ejercicio de su actividad?
NLA: Claro, uno no está excepto a ello, porque uno cuando sale de la base, se está arriesgando. Hace unos diez años, fuimos a sofocar un incendio forestal en la parte posterior del Club Campestre y sufrí una luxación en uno los tobillos y todavía estoy sufriendo de ese incidente, razón por la cual no puedo hacer movimientos bruscos.
EL PILON: ¿Qué situaciones recuerda en especial en el ejercicio de bombero?
NLA: Son muchas, pero de las que más recuerdo, fue el rescate de una familia completa donde había varios niños, cuando en una oportunidad se creció el río Guatapurí. Para esa época no contábamos con equipos modernos de rescate y lo hacíamos solo con cuerdas, las que amarrábamos de los árboles hasta llegar al sitio donde estaba la familia atrapada y la sacamos de allí. También me acuerdo que ayudé a rescatar a una médico que en esa oportunidad trabajaba en la Clínica Valledupar, que había quedado atrapada en su automóvil que se accidentó en la vía Valledupar – la Paz. Estas son situaciones que a uno como bombero lo llenan de mucha satisfacción.
EL PILÓN: ¿Se siente bien con la entidad que trabaja?
NLA: Esto aquí ha cambiado mucho, las autoridades se preocupan más por mantener bien dotada a la entidad, al igual que a su personal y con el actual comandante, Óscar Guillermo Lúquez, le ha dado el verdadero enfoque de un Cuerpo de Bomberos bien organizado, y con el personal bien capacitado.