La Urbanización Nando Marín se encuentra ubicada en el sur de Valledupar y está conformada por 1.900 apartamentos de 45.65 metros cuadrados cada uno. En el momento de la formulación de este proyecto se propuso como el único proyecto en Colombia en el que su espacio público iba a ser una piscina que sirviera a los habitantes de esta zona.
La mencionada obra se volvió una realidad como cada una de las viviendas que se han convertido en el hogar de personas con bajos recursos y que fueron entregadas en conjunto en el año 2014 al municipio. Sin embargo, el espacio no ha podido ser utilizado de la manera que estaba planeada.
“La piscina se ha convertido en un elefante blanco y no sabemos lo que pasa. No sabemos qué va a pasar y lo único que está generando es mosquitos, sucio alrededor y dentro, está vacía y corre el riesgo que se dañe toda la inversión”, manifestó Omar Pérez, uno de los residentes de la urbanización.
Frente a esto, Aníbal Quiroz, gerente de Fonvisocial explicó qué hace falta para que cambie la situación de este lugar creado con fines recreativos para la comunidad. “El inconveniente para el municipio es que esa piscina tiene un costo de casi $14 millones mensuales y no ha habido forma de que se cree una junta que en asocio con el municipio se puedan hacer cargo”, aseguró Quiroz.
De acuerdo con el funcionario, el alto valor de mantenimiento, que debe ser asumido entre la Junta de Acción Comunal -que aún no se constituye- y el municipio, se debe a los químicos que usan para la adecuación y todo el andamiaje que tiene la estructura algo que se conoció tras una evaluación por parte de Indupal.