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Nada del Coso

Los caballos utilizados para prestar el servicio de carro de mula son los que más sufren maltrato, pero la falta de sustitución los mantiene vigente. PIE DE FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

El Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente, en su artículo tercero, especifica que las entidades territoriales deben brindar conservación a la fauna. Pese a ello, en Valledupar no existe un lugar determinado para atender y resguardar a los animales callejeros.

Lo más de 30 mil animales habitantes de la calle en la capital del Cesar, según censo de la Secretaría Local de Salud, deben permanecer a la espera del sitio que desde hace muchos años debió ser adecuado para atenderlos.

Aunque la creación del Coso Municipal surgió de la preocupación de la ambientalista Ibeth María Figueredo, quien gestionó ante las autoridades de salud el proyecto que le daría luz a este ‘bien necesario’, han trascurrido alrededor de dos años y no se ha visto avance alguno.

Al parecer, dos son las ‘piedras en el zapato’ para la agilización de este proyecto, primero los recursos económicos y segundo, el lote, que según funcionarios públicos debe contar con especificaciones precisas para su funcionamiento.

EL PILÓN trató de comunicarse con el jefe de la Oficina de Planeación Municipal, Raúl Villegas, pero no contestó su teléfono celular.

Con respecto al tema económico, John Gil, secretario de Salud Municipal, dijo que se espera que el Concejo permita que se adicionen recursos para poner en marcha el proyecto.
Ayer, después de la Elección de la Mesa Directiva de la Comisión de Presupuesto, se socializó el proyecto de acuerdo que pretende adicionar unos recursos excedentes financieros de la pasada vigencia, en donde estaría incluido, según el funcionario, los recursos para el Coso. Por ahora, se desconoce una fecha exacta para tratar este proyecto.

Decreto protector
Contrario al estancamiento de un proyecto de gran importancia para la ciudad, se observó una leve preocupación por parte de la Administración Municipal, quien el 10 de enero de 2014 emitió el Decreto 0010 a través del cual se castigan los actos de crueldad y el abandono de animales en la ciudad.

A través de esta medida, diferentes entidades públicas tales como la Personería, la Policía de Protección Animal, la Defensoría del Pueblo y la URI deben prestar el auxilio a la Junta Municipal de Protección Animal (J.M.P.A), en labores de prevención, vigilancia y control de las especies.

Sin embargo, esta acción es insuficiente para el cuido de los animales callejeros que son maltratados. La falta de Coso Municipal tiene a la deriva a muchos perros, gatos y caballos, estos últimos, según los ambientalistas, son los que reciben mayor ultraje por parte de sus poseedores.

Muchos de los propietarios de los caballos los alquilan con el fin de obtener beneficios económicos de su parte y se despreocupan de la salud del animal que padece por alimento y agua.

Enilse Marulanda, amante de los animales, especificó que estas especies también son seres vivos, que sienten igual que un ser humano, que les da hambre, sueño, calor y al exponerse al sol es un maltrato, así como también el que cualquier perro pida con su mirada comida en las calles, que es más que una necesidad que necedad.

En este contexto, las autoridades municipales anunciaron que a través de la línea 123 las personas podrán denunciar ante las autoridades los maltratos para que se hagan cargo de los animales. Pero allí, nuevamente, juega el papel significativo del Coso Municipal.

En este caso, ¿Qué hace la Policía Ambiental? EL PILÓN se comunicó con la Jefa del Grupo de Protección Ambiental, Subcomisario Adolfina Luz Gómez Oñate, pero no pudo entregar declaraciones por órdenes internas.

Maltrato animal

El maltrato animal es tan crítico que no sólo se ve en la especie equina, sino en todas las especies. De allí el Decreto 0010 y la creación de la Junta Municipal Defensora de los Animales (J.M.D.A) que podrá castigar los actos de crueldad o abandono injustificado de los animales.

Este proyecto, que es liderado por Saneamiento Ambiental de la Secretaría Local de Salud, es un órgano de carácter consultivo y asesor de la Alcaldía para proteger, defender y preservar los animales domésticos y salvajes que conforman la diversidad del territorio.

Aunque en cumplimiento de la normativa, cualquier persona que maltrate un animal deberá ser sancionado y tendrá pagar un costo alto por dicha acción o realizar otro tipo de actividades que vayan en pro del bienestar de los animales, algunos ciudadanos siguen cometiendo esta clase de atropellos.

La misión de la Junta Defensora de Animales, además de sancionar, es desarrollar programas educativos como medidas para la preservación de la fauna silvestre.

La responsabilidad de todas estas acciones la tiene el comité de la J.M.D.A conformado por el alcalde Fredys Socarrás Reales o su delegado, el Obispo de Valledupar, Monseñor Óscar José Vélez Isaza; el Personero Alfonso Campo Martínez, así como el Inspector de Policía Municipal, el representante de la URI, el representante de asociación o sociedades protectoras de animales, miembros de instituciones educativas y funcionarios del área de Saneamiento Ambiental y Zoonosis de la Secretaría de Salud Municipal.

Nada de la sustitución
Aunque en mayo de 2010, el Gobierno Nacional expidió el Decreto 1666, mediante el cual se establecen medidas para la protección de los equinos, a través de la sustitución de vehículos de tracción animal, esta normatividad tampoco se aplica en la Capital Mundial del Vallenato.

En mayo se cumplen cinco años de la medida en la que el Gobierno autorizó la sustitución y ordenó, a través del artículo segundo, que esta actividad estaba a cargo de las alcaldías municipales y distritales en coordinación con las autoridades de tránsito y transporte de cada jurisdicción.

Sin embargo, en Valledupar se observan, por las diferentes vías de la urbe, a los carros de mula transitando, botando basuras en cualquier lote baldío y generando contaminación, porque aparte de eso, los carromuleros indican que la ciudad tampoco cuenta con una escombrera.

¿Cómo va Valledupar en este proceso? El Secretario de Gobierno Municipal, Carlos Mario Céspedes, especificó que se llevó a cabo el censo de esta población y que existen algunos conductores de vehículo de tracción animal que recibieron capacitación de acuerdo con la medida.

Según el presidente de la Asociación de Vehículos de Tracción Animal, (VTA), José Calderón, el alcalde Fredys Socarrás Reales le manifestó que el Municipio no cuenta con los recursos para la sustitución, debido a que se encuentra en Ley 550.

Debido a la gran preocupación de los carromuleros, quienes en octubre de 2014 protestaron en búsqueda de una solución, el Concejo tocó el tema en instalaciones del corporado, donde algunos ediles manifestaron que el Municipio está incurriendo en una omisión administrativa tal cual lo establece la Ley 769 y el Decreto 178 del 2012.

En esa misma fecha, el Alcalde firmó un acta de compromiso por medio de la cual se determinaron recursos de vigencias futuras para la sustitución de los vehículos de tracción animal.

¿Qué es lo que necesita un Coso?
La animalista Ibeth María Figueredo indicó que durante el 2013 se alcanzaron a realizar visitas de lotes del Municipio, pero estaban invadidos, por ese motivo y otros tanto, manifestó que el proceso era largo y tedioso.

A principios del año anterior, se conoció que el proceso de documentación del sitio de resguardo de animales estaba adelantado y se estaba a la espera de apoyo por parte de entidades como la Cámara de Comercio.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
merlin.duarte@elpilon.com.com

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