El turismo cultural no ha sido completamente explotado en esta región, es posible que con una buena gestión por parte de los entes territoriales, se incremente esta actividad que genera tantos recursos, tenga un ascenso mayor, sobretodo en territorios como Nabusímake, que podría decirse que es el paraíso que está escondido en las profundidades de la Sierra Nevada de Santa Marta y cuna de la etnia arhuaca, una de las más representativas, no solo de esta región, sino del territorio colombiano.
Para llegar a ese lugar se necesita hacer un recorrido de aproximadamente tres horas desde la capital del Cesar hacia Pueblo Bello y de ahí adentrarse al costado oriental de la Sierra Nevada de Santa Marta, al llegar puede que la persona quede gratamente sorprendida por las casas de bahareque y el techo de paja, situación que conduce la mente del viajero a un momento histórico.
Historia, tradición, cultura, se perciben en cada rincón de ese lugar. Una experiencia que toda persona en el mundo quisiera vivir y, teniendo en cuenta que el turismo es un gran generador y que jalona un buen porcentaje de la economía, algunos indígenas arhuacos han empezado a ejercer las labores de guías para los que desean conocer este rincón del Cesar que, aunque parezca pequeño, es gigante si se tiene en cuenta todo lo que representa para los ancestros.
Ante la expansión, los indígenas han visto la necesidad de ofrecer servicios a los turistas que se acercan a este mágico lugar, como es el caso de Aurelia Rosa Robles Izquierdo, quien hace las veces de guía para quienes llegan a conocer Nabusímake.
“De vez en cuando soy guía de diferentes de personas que vienen, aquí se hace lo posible para atender bien a las personas, pero siempre les llamamos la atención para que tengan en cuenta que esto aquí es una tierra sagrada; esto para nosotros es un lugar venerable y espiritual, toda persona viene con ese respeto a no echarnos tanta basura para no contaminar, siempre les recordamos que la basura que traen se las lleven y que el comportamiento sea el más adecuado”, dijo Robles Izquierdo, quien además hizo énfasis en la importancia del turismo para esa población y explicó que “hace mucho tiempo se está pensando que no debe haber turismo, para mi sí debe seguir siempre y cuando haya más organización, más información y toda persona que viene aquí le sigue gustando venir”
Además de eso, los indígenas venden las mochilas y artesanías propias de su etnia a los visitantes, lo que más llevan, son las mochilas y cada una tiene un significado diferente dependiendo la manera en que fue tejida.
“Casi siempre se representa la naturaleza en las mochilas, esta tiene los cerros, esta otra tiene el origen del mundo, cada mochila tiene su significado”, dijo la guía turística.
Dijo además que es preciso destacar que ellos mismos cultivan los productos con los que se alimentan, tanto ellos como los turistas; entre las principales hortalizas y frutas, están col, papa, plátano y tomate de árbol, entre otras.
Por Freddy Oñate Acevedo / EL PILÓN
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