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Música: una buena estrategia de educación integral

Las raíces de los vallenatos no son ajenas a la música. Desde muy chicos los habitantes de la capital del Cesar demuestran su amor por este arte.

Por Pepe Morón Reales 
Pepe.moron@elpilon.com.co

Según expertos, la música tiene el don de acercar a las personas y facilita el trabajo en grupo. Para Carlos García, psicólogo con énfasis en psicología pediátrica, los niños que viven en contacto con la música aprenden a convivir de mejor manera con otros niños, debido a que les permite establecer una comunicación más armoniosa, proporcionándoles confianza y seguridad.

Este pensamiento, cada vez más común en los hogares vallenatos, hace que la música cobre protagonismo en los colegios y lugares de congregación infantil y juvenil. Ahí también aprovechan sus beneficios para potenciar la memoria y estimular la expresión corporal. 

En todos los tiempos la música ha sido una de las declaraciones artísticas más asequibles a los distintos grupos sociales.

En la capital del Cesar, algunos colegios están camino a implementar una materia que reúna la enseñanza musical necesaria para sacar el provecho que este arte puede ofrecer. Al mismo tiempo, los niños que aspiren a formarse en algún arte musical, tienen la opción que ofrece la Casa de la Cultura que dictará clases gratuitas de música de viento. 

Otra recomendación hecha por los expertos, es que en cada hogar debe existir, al menos, un instrumento musical. Esto motiva a los más chicos a interesarse por la música y a canalizar su energía por medio de la ejecución del mismo; algo que asegura el psicólogo Carlos García, fomenta la disciplina y motiva el cumplimiento de objetivos. “Cuando un niño se enamora de un instrumento, le dedica tiempo a su uso, esto además de alejarlo de los vicios, le da constancia y perseverancia, dos virtudes necesarias para aprender a no rendirse en el primer tropiezo”, dijo el especialista.

A tono con esta tendencia que invade a Valledupar, en la Casa de la Cultura las clases son impartidas los días martes y jueves de 8:00 a 11:00 de la mañana, y en la tarde de 3:00 a 5:00. Por el beneficio que se busca transmitir a los niños y jóvenes, los interesados no tienen que pagar, solo deben acercarse a esta oficina y presentar el registro civil y fotocopia de la tarjeta de identidad, para diligenciar la respectiva inscripción.

En la ciudad hay varias escuelas de música, incluso hay colegios que dictan clases extracurriculares para los estudiantes, con el fin de formarlos en este camino musical, una forma de alejarlos de las drogas y otras cosas malas.

Según el coordinador de Cultura Municipal, Alberto Muñoz Peñaloza, “la idea es formar a las nuevas generaciones en diversas manifestaciones del folclor de la región. Invitamos a los padres de familia a aprovechar esta oportunidad para que sus hijos inviertan su tiempo libre en actividades que les serán de utilidad”.

Hay que aclarar, que el uso y encanto que los seres humanos tienen por la música no es algo nuevo. En todos los tiempos la música ha sido una de las declaraciones artísticas más asequibles a los distintos grupos sociales. Desde las invocaciones monódicas de las sociedades primitivas, pasando por las prácticas religiosas, hasta llegar a las experiencias de la música contemporánea. 

Es así como la música ha cumplido según las épocas, con diferente intensidad, con su principal objetivo de conmover las raíces de los seres humanos, apelando a las diferentes creencias religiosas, a los sentimientos y a las emociones más puras. Siendo, incluso, una forma de identificación social que enmarca características pertenecientes a un estrato o grupo social. 

Es por eso que según Carlos García, quien además trabajó como psicólogo en el colegio Gimnasio del Atlántico en Barranquilla, en Valledupar hay que implementar la música como una materia en los colegios y  con ellas formar músicos académicos con una población infantil y juvenil dentro de un proceso de formación parecido al de las bandas sinfónica, lo que generaría un espacio en donde los estudiantes puedan utilizar las horas de taller y el tiempo libre, creando una cultura musical que enriquezca su formación. 

Agregó que “esto es una forma segura se enseñar y llevar alegría y cultura a los colegios y a la comunidad en general. Una asignatura así en los colegios ya sea orquesta o coro, grupo de flautas o guitarras, proporciona a los alumnos diferentes perspectivas técnicas y estéticas de hacer música y de vivir, al igual que un gran recurso liberador de agresiones y tensiones”.

Julio Vargas, gerente comercial de Miche Musical aconseja que en cada casa tengan un instrumento musical porque esto aumenta la integración en familia, el sentido de responsabilidad y concentración. En los últimos meses la tendencia es que los padres de familia se han acercado a esta tienda de venta de instrumentos musicales para comprar instrumentos, en especial la guitarra.  

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