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Murió hermana Martha Celina Zapata

En el Colegio La Sagrada Familia permaneció en velación el cuerpo sin vida de la hermana Martha Celina Zapata Granda.

El 16 de enero de 1950 a una semana de realizar su profesión religiosa, es decir sus votos, llega a Valledupar una joven religiosa de singular belleza a iniciar su primer año de magisterio, la muy conocida y querida Hermana Rosa Elvira, la que aún muchas de sus exalumnas no se han acostumbrado a denominarla Hermana Martha Celina Zapata, quien falleció este 12 de abril.

Desde el primer momento fue acogida por niños, jóvenes y adultos, por su gran simpatía y cordialidad. Comienza a trabajar con un grupo de 70 alumnos, le asignan además la administración del internado con 75 alumnas procedentes de distintos municipios de la región. Transcurridos cuatro años le asignan el entonces denominado kínder con 40 estudiantes.

En este primer período permanece en Valledupar 12 años. Es trasladada a Codazzi, donde trabajó durante 8 años con el empeño y entusiasmo que siempre la caracterizó, fomentando las relaciones entre la comunidad y la reciprocidad con entes cívicos en coordinación con el Club de Leones de la localidad. Luego la trasladan a Villanueva, donde desarrolló su tarea en el Colegio Parroquial.

El 16 de enero de 1974 recibe de su Superiora la orden de trasladarse de nuevo a Valledupar a prestar servicios en el Colegio Nuestra Señora de Fátima, Bienestar Social de la Policía, donde su espíritu tesonero y emprendedor se pone de manifiesto en la labor que inicia con la educación de 80 niños hijos de agentes de la Policía.

Comienza las labores en un pequeño garaje de las instalaciones de la entidad. Inician gestiones y logran conseguir un lote cerca de las instalaciones del Comando de la Policía, donde comienza a organizar el colegio. Era un monte, no había vías de acceso; en invierno la situación se hacía más difícil. Encontró sólo dos salones de clases, espacios que fue adecuando con la colaboración de la Policía, el Ministerio de Educación y amistades que había hecho en esta ciudad.

El número de alumnos crecía y las necesidades de organización administrativa, legalización de los estudios, en general procesos de arborización y embellecimiento, la construcción de nuevas aulas, consecución de laboratorios, para lo cual la autorizan desplazarse a Bogotá y a Medellín, donde además de prepararse sobre el funcionamiento de las instituciones de Bienestar Social de la Policía, logra conseguir 250 mil pesos con el ICCE, diligencias en Secretaría de Educación para lograr la vinculación de profesores y para mejorar y adecuar la estructura física.

Su accionar lo dirige además hacia la labor social, al mejoramiento de la vida en los hogares de los agentes de policía, realizando entrevistas, orientación a las parejas, capacitación prematrimonial, visitas a las estaciones y en general ayuda espiritual y humanitaria.

Entrega al país 20 promociones de bachilleres Técnicos con énfasis en Informática, de los cuales muchos son profesionales en distintas disciplinas y alrededor de 400 policías bachilleres. Son más de 31 años de trabajo de una historia que no es personal, sino de la educación de muchos hombres que confiaron a ella la educación de sus hijos en el Colegio Nuestra Señora de Fátima a esta mujer que nace en un pueblo de Antioquia y descubre su vocación a sus 17 años.

Dios así como la llamó a este apostolado, semilla que creció en tierra fértil que reconocemos con inmensa gratitud, cumplida tan bella, tesonera y efectiva labor cuyos frutos están a la vista, la ha llamado al descanso eterno “al hogar dulce hogar más allá del sol” y le ha permitido como ella se lo había pedido morir en Valledupar que la adoptó como su tierra.

En esta despedida nos unimos a la Comunidad religiosa Capuchina y a su familia con fraterno abrazo, agradecidos por habernos dado la gracia de tener entre nosotros a una persona que día a día nos edificó con su ejemplo.

La despedida

Este domingo a las 8:00 de la mañana, el féretro de la Hermana Martha Celina estará en cámara ardiente en el Comando de Policía Cesar, y los actos religiosos de su despedida serán a las 12:00 del día en el auditorio del colegio La Sagrada Familia, presididos por Monseñor Óscar José Vélez Isaza.

Por Giomar Lucía Guerra Bonilla

Categories: Crónica
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