Mientras en las calles de Valledupar un gramo de cocaína es vendido en cinco mil pesos, el valor de este alcaloide se dispara al interior de los establecimientos carcelarios, donde el negocio es más rentable para los microtraficantes, que lo venden a 30 mil y hasta en 40 mil pesos a los reclusos.
Muestra del movimiento que tiene este oscuro negocio en las dos cárceles de Valledupar, son las mujeres capturadas todos los domingos, cuando se aventuran a llevarle sustancias alucinógenas a los reclusos.
La modalidad más utilizada consiste en envolver la marihuana, bazuco o cocaína en condones o guantes de látex, formando una pieza ovalada que introducen en sus órganos genitales para evadir los filtros de acceso que tiene el Inpec, que cuentan con perros antinarcóticos.
El pasado domingo, en la Cárcel Judicial, ubicada en el barrio Dangond, ocurrió un caso sin precedentes puesto que en una sola mañana quedaron al descubierto cinco de estas mujeres que en su arriesgada misión son conocidas como ‘mulas’ del microtráfico.
Se trata de Ana Sofía Daza Ochoa, Elianis Mildreth Berrío Alcazar, Ingris Paola Acuña Daza, todas de 19 años; Tatiana Carolina Mojica, de 24 años y Lucenis María Carbarcas de 34.
Eran las 10:00 de la mañana, cuando dos de ellas fueron descubiertas en uno de los filtros por los perros antinarcóticos y ellas al ver que no tenían escapatoria delataron a las otras tres que se encontraban en fila para ingresar al penal.
Se conoció que el cargamento más grande lo llevaba Elianis con 149 gramos de cocaína, seguida de Lucenis con 146 y Ana Sofía con 80 de coca y 16 de marihuana.
Ayer, el Inpec las trasladó hasta el Palacio de Justicia, donde un juez de control de garantías las judicializó por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado. Ninguna se allanó a los cargos, esperando en otra etapa del proceso judicial preacordar con la Fiscalía y obtener la eliminación del agravante, por lo que recibirían una pena que va de cinco a nueve años de prisión.
En las audiencias preliminares, la Fiscalía les solicitó medida de aseguramiento consistente en detención domiciliaria.
Antecedentes
El pasado 14 de septiembre una mujer fue capturada tratando de ingresar estupefacientes a la Cárcel Judicial y el 7 del mismo mes, cayeron dos.
Funcionarios del Inpec han hecho seguimiento al microtráfico que se mueve en este penal estableciendo que la mayoría de las capturadas con droga son esposas o novias de los reclusos.
“Lo hacen porque el interno lo pide, se arriesgan sin importarles que las sancionen o que caigan presas”, explicó un funcionario del penal, quien descartó que al interior de esta cárcel haya un mafia organizada de tráfico de estupefacientes.