El temor de ser arrastradas, intimidadas o que se pongan en riesgo sus vidas ha conllevado a algunas habitantes de Valledupar a dejar de usar bolsos de colores, estampados, de marcas, decorados y de gran valor, por bolsas de maniguetas o sin ellas.
Doña María Eugenia Euclides es una de estas damas. Hace más de tres meses comenzó a implementar esta ingeniosa idea que, de alguna manera, ha aislado a más de un ladrón.
“Usted cree que alguien que me vea esta bolsa fea, chiquita y sin casi nada va a querer robarle a esta pobre anciana”, dijo la señora de aproximados 70 años, quien especificó que ya no se puede vestir bien, ser vanidosas o utilizar si quiera pulseras, cadenas, anillos o cualquier otra joya dorada o plateada, porque los atracadores no distinguen de fantasía, plata u oro.
El usar bolsas como bolsos no solo se ha convertido en algo cotidiano para mujeres mayores de edad, sino también para jóvenes, aquellas que han sido víctimas de atraco y prefieren no repetir, mientras que otras también toman esta decisión para evitar sentir ese horrible momento de incertidumbre.
Laura Daniela Barrios, de 30 años, quien ha sido objeto de hurto en dos ocasiones, motivo por el cual ya cambió no solo su bolso por las plásticas bolsas, sino que pasó a usar teléfono de gama alta a baja.
“Yo no quiero estar comprando celular para regalárselos a los ladrones, no. A mí déjeme con este chocorito que después que me sirva para recibir o realizar llamadas está bien, con tal de que no me maten por querer quitarme cualquier cosa”, aseguró esta mujer que a diferencia de otras se moviliza en carro, lo que podría disminuir riesgos, pero al parecer no es así.
Y mientras que algunas féminas deciden cambiar de estilo, otras prefieren abandonar la vanidad. Ángela Nieto manifestó “yo no uso bolso, pa’ qué, pa’ que me lo quiten, pa’ eso no lo uso, cuando sé que voy a necesitar teléfono o mis papeles busco la manera de andar con ellos pero sin dar mucho visaje, papaya, es decir que no llama la atención”.
Aunque las autoridades aseguran que trabajan para disminuir los casos de atracos, de forma constante las personas denuncian que han sido víctimas de hurto. Así lo demuestran las cámaras de seguridad de establecimientos comerciales o locales.
La vanidad fue resguardada en algunas mujeres de Valledupar por la inseguridad.
Por Merlin Duarte García/EL PILÓN
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