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Mujeres arriba, hombres bajos

Es llamativo el nivel a que se ha llegado en los tiempos modernos en la relación social entre hombres y mujeres, nivel en el que en sociedades tradicionalmente machistas la irrupción de la mujer en campos como la política, la gerencia, la banca, el comercio, el periodismo, el arte musical, entre otros, ha generado altos grados de tensión y pérdida de acostumbrados roles.

Estas tensiones, en tiempos de agudo relacionamiento virtual o digital, de roles ambiguos, y de exhibicionismo en las redes, ha conducido a crisis, a rompimiento de lazos muy fuertes, fracturamiento religioso y, en situaciones extremas, ha sucumbido a la reacción emocional de la violencia.

El lamentable feminicidio de nuestra primera gran patinadora mundial Luz Mery Tristán, acaecido en Cali refleja dicha situación. Recordamos que encabezamos hace diez años junto a varias organizaciones locales de mujeres, la Fundación Carboandes, y otros, la campaña ‘Párala Ya’ en defensa de la mujer contra la violencia machista.

En el orden local la fuerte irrupción de la mujer en la política en las aspiraciones actuales de las candidatas a la Alcaldía de Valledupar y a la Gobernación del Cesar ha revalorizado aún más el liderazgo femenino.

Eso halla en nosotros, como medio de comunicación, admiración y aplauso al paso del cortejo de inteligentes damas. Por la baja reputación de la actividad política, de los políticos y de los gobernantes locales, puede ser una gran oportunidad para que se redignifique el ejercicio del servidor público, teniendo en cuenta además que la mujer es en general más honesta y honrada que los hombres. En la historia del Cesar no hay precedente alguno de aspiraciones políticas de mujeres coincidentes en una misma contienda electoral, con posturas ideológicas y partidistas distintas y opciones reales de poder.

De acuerdo con el perfil demográfico del Cesar realizado para EL PILÓN por CESORE, la población es de 1.295.387 habitantes: 655.402 mujeres (50.6 %) y 639.985 hombres (49.4 %). Es decir, hay 15.417 mujeres más que hombres en la población similar a la de un municipio como Gamarra.
Frente a una columna humorística el pasado jueves de nuestro columnista Edgardo Mendoza, sobre las candidatas, acogemos la respuesta de la candidata a la alcaldía María Isabel Campo Cuello, en cuyo aparte menciona que “no fue humor: es una sesgada forma de violencia contra la mujer, misoginia pura y sexualización. Es así como el macho primitivo siempre ha minimizado el rol femenino y sus capacidades.
Todas las que estamos en campaña merecemos respeto (…) Ya pasamos las páginas de ese libro de opresión en el que teníamos que pedir permiso para todo. Esos tiempos pasaron y ya demostramos que somos más que objetos decorativos, sexuales y “locas” sin control”.

También el rechazo de Alexandra Pineda, aspirante a la gobernación, a la expresión de su contrincante Kaleb Villalobos
que la democracia “no se podía reducir a una pelea entre muñecas barbies”.

EL PILÓN siempre defenderá la inclusión, el respeto y rechazará cualquier acto que atente contra la dignidad de las mujeres y visibilizará en sus productos periodísticos sus avances y logros.

Categories: Editorial
Redacción El Pilón: