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Mortalidad infantil, un concepto filosófico más que presupuestario


Por: Luis Napoleón de Armas P.  nadarpe@gmail.com

Por lo general la TMI es presentada como un indicador más de los muchos que tiene el sector salud; es manejada como una cifra fría, a lo sumo comparable con la de otras regiones o países, útil por cierto. De poco nos sirve saber que la TMI en Valledupar en 2010 fue 15.37/mil nacidos vivos si no detectamos las causas sanitarias y las socioeconómicas como el analfabetismo, la inequidad, los niveles de pobreza, el ingreso per cápita, el desarrollo económico y las metas que sobre este se tengan; la estabilidad política, los problemas de la guerra y la paz, etc. La TMI es un indicador de calidad de vida y refleja el nivel de acceso a la asistencia médica, base para el diseño de políticas públicas sobre este fenómeno.

Los niños son el semillero de la humanidad y deben ser preservados; en Valledupar nacieron 11.366 niños el año pasado, según el DANE, y casi el 11% de la población son niños menores de 4 años. La juventud es la base de la población vallenata: el 50% tiene menos de 20.6 años (mediana de edades). La salud reproductiva, debe hacer parte de la medicina preventiva, más eficaz y menos costosa.

Algunos estudios realizados han determinado que el tiempo de nacimiento entre uno y otro hijo, la cantidad de partos de una madre, las edades tempranas y tardías, inciden en el riesgo de muerte de los neonatos. Estos estudios han concluido que los hijos primogénitos de las madres jóvenes y todos los de las madres viejas por fuera del ciclo de fecundidad, inciden en la TMI; también, la alta fecundidad con espacios muy cortos entre nacimientos y el tamaños de la familia, son factores catalizadores de la TMI.

El Banco Mundial ha estimado que la TMI se podría disminuir entre 20 y 40%, con una adecuada planificación familiar, bajando la frecuencia de partos de una misma madre. Un estudio realizado por el- Centro Latinoamericano de Perintología y Desarrollo Humano, CLAP, de Montevideo, con una muestra de dos millones de mujeres de LA, (1985-2000), determinó que a mayor espacio entre nacimientos, las probabilidades de mortalidad de los neonatos disminuyen. Encontraron que, respecto a espacios de 27 a 32 meses, respecto a frecuencias de 9-14, 15-20, y 21-26 meses, las probabilidades de morir eran, respectivamente, 102, 27 y 8% más altas; igual, las probabilidades de nacer con bajo peso fueron, respectivamente, 114, 15 y 2%, más altas.

El bajo peso al nacer es frecuente en madres cuyas edades están por fuera del rango de fecundidad; las menores de 15 años, que aún no han completado su crecimiento biológico, compiten nutrientes con la cría y las mayores de 49, carecen de algunos de estos; la consecuencia de esto es niños con bajo peso al nacer (desnutrición global). Por lo general, se estima que más del 20% de los neonatos mueren, en su mayoría, por desnutrición de la madre y del bebé. Los que sobreviven tendrán probabilidades de recibir mayor atención neonatal adicional y padecer enfermedades subsecuentes como diabetes, hipertensión, etc., dice el estudio citado.

La asistencia sicosocial a las embarazadas tiene un gran beneficio; han encontrado que los hijos no deseados tienen mayor probabilidad de morir temprano que los deseados. ¿Por qué en Colombia la TMI masculina es mayor que la femenina? Por eso, la política en salud no solo es asignar recursos para bajar este indicador en forma mecánica; la salud no debe estar a cargo de particulares, que es la medicina curativa. La filosofía de la salud solo la puede trazar el Estado, esto es, la preventiva. Los alcaldes que apliquen esta estrategia en salud, darían en el blanco. 

 

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