Morir o reinventarnos

La ley de la vida es una, nacer y morir; naturalmente en el tiempo de vida nos podemos reinventar; esto no es otra cosa que dejarnos morir muchas veces y tener la capacidad de nacer muchas veces.

El padre Juank Mendoza afirma categóricamente que “El mejor tiempo de vida es el presente”. El día de hoy es lo único que nos da la posibilidad de soñar, reír y vivir felices; es hoy, con el sol a cuesta que debemos dibujar la vida; preocuparnos menos y pensar en ser mejores seres humanos.

Construir un mundo mejor, comprometidos con la flora, la fauna, la naturaleza y desde luego el amor. Nada como poder llegar y disfrutar un techo digno, el agradable calor de un hogar bonito y el roce de un amor de entregas puras que te motive a conservar la vida y a luchar por ella. Mi madre hermosa, murió de 86 años, ella luchó y tuvo que reinventarse muchas veces, nunca bajó la guardia.

Hace unos días apenas, el padre de nuestro apreciado amigo Iván Ochoa también partió a la morada de Dios y dejó un gran vacío en el corazón de su familia. El fue un hombre de trabajo y un verdadero ejemplo de humildad. Justo en el momento que escribo esta nota, me entero a través de las redes que un joven Vallenato decide quitarse la vida. Sabrá Dios los motivos de esta lamentable decisión.

Vivimos con temor a la muerte, nos duele morir. Pero también nos da temor cambiar, reinventarnos; nos oponemos a salir de la zona de confort que creamos y es difícil hacer una vida en la que seamos conscientes de los cambios. Morir y vivir permanentemente.

Luchamos contra los cambios, nos cuesta asimilar que son necesarios.
Por la redes, pesqué estos consejos que pocas veces recibimos y que nos cuesta poner en práctica pero que serían de gran utilidad en ese ejercicio de reinventarnos.

“Hay que renunciar a los trabajos que no nos hacen felices; no hay que estar en una relación que no nos hace bien; no hay que sostener un estatus si de pronto no lo podemos sostener; no hay que tenerle miedo a la pobreza o a las necesidad, muchos de nuestros padres o nuestros abuelos pasaron guerras y fueron personas dignas en medio de la necesidad. El capitalismo nos hace creer que eso es vergonzoso y no lo es. Vergonzoso es tener mucho dinero y ser un estúpido.

Lo fundamental no es la plata ni el estatus, lo fundamental es responder ¿Cuál es el sentido profundo de tu existencia? y a eso tienes que entregarte, puede ser a través del deporte, el servicio a la comunidad, puede ser la creación, puede ser la música, la poesía, la literatura. Algún día vamos a estar en un consultorio y vamos a salir del consultorio y nos van a decir: cáncer, te quedan 3 meses de vida ¿y de qué te agarras cuando sales? ¿Del dinero, de las propiedades, de la fama, del prestigio? ¿De qué te sirve tu ego? Absolutamente de nada, todo se pone en su justo lugar. Te queda el sentido profundo de tu vida”.

La vida no hay que gastarla de la misma manera, repitiendo siempre lo mismo; cometemos los mismos errores; en ocasiones nos sentimos fingiendo. El solo hecho de estar vivos es un milagro de la vida, por eso hay que actuar. “Tienes el día de hoy, no tienes nada más”. Sólo Eso.

Categories: Columnista
Eduardo Santos Ortega Vergara: