Por: Giomar Lucía Guerra Bonilla
“Los pueblos en sus inicios, no escriben la historia, la cantan” (Germán Arciniégas)
Teniendo en cuenta lo que prescribe la Ley General de educación (715 de 1994) y sus decretos reglamentarios con el proceso de descentralización, al iniciar el año lectivo las Instituciones Educativas (I.E), dedican las dos primeras semanas a diversas actividades académicas: capacitación, planeación de las labores, formulación y ajustes al Proyecto Educativo Institucional (PEI). Esta temática y su reglamentación, es ampliamente conocida por las autoridades educativas, directivos docentes y docentes. Me apoyo en ella para el desarrollo del tema sobre estudio de la música vallenata y las demás manifestaciones folclóricas musicales que identifican a cada región del departamento del Cesar, estudiadas en ‘El Mapa Cultural del Caribe Colombiano, La Unidad en la Diversidad’ para lo que no hay necesidad de expedir acto administrativo alguno, llámese ley, ordenanza o acuerdo, porque para eso está la Ley General de Educación.
En este sentido, el 21 de enero de 2012, entregué una carta al Secretario Departamental de Educación de ese momento, Primo León Montaño, para que no se entorpeciera la labor que ya venía desarrollando un grupo coordinado por la Secretaría de Educación con participación del Cluster de la música vallenata. Ya con justa causa habían entablado una demanda contra la ordenanza.
Primo León de inmediato le dio traslado para su trámite a la sección correspondiente y en la Secretaría de Educación Municipal dialogamos con el grupo integrado para el manejo de los ejes transversales, con el fin de que analizaran cómo abordar el tema del folclor musical para su inclusión en currículo, en coordinación con los Directores de Núcleo y Rectores de Instituciones Educativas, si era el caso comenzando por el Municipio de Valledupar, ya que El PEI es la carta de navegación de la Institución Educativa. En su elaboración debe participar la comunidad educativa integrada por directivos docentes, docentes, padres de familia y estudiantes, que para elaborarlo se deben tener presentes necesidades y características del entorno en su componente pedagógico y curricular, administrativo y comunitario.
Me ha incentivado a retomar y seguir apoyando el proyecto para que se siga fomentando la música y la cultura vallenata, sus compositores e intérpretes, sus fiestas y festivales. Cada grupo humano tiene una concepción específica de su territorio es el espacio donde fluye la vida. El departamento es rico en variedades de manifestaciones: ya sean las de los pueblos a orillas del río, con el dum dum de las tamboras, las de la ciénagas, las andinas (González y Río de Oro), festivales vallenato y a diferentes deidades en varios municipios, valiosas tradiciones culturales de nuestros municipios que conservan su belleza y son preservadas por su gente. El Ministerio de Cultura ha estado atento a la implementación del Plan Nacional de Música para la Convivencia organizando la banda-escuela de música del Municipio de Becerril. Desde 2000, la Alcaldía de Becerril inició un proceso de banda-escuela que actualmente aglutina a la comunidad del municipio y que beneficia a cerca de 150 niños y jóvenes. Este proyecto musical, ha venido ampliando su cobertura y mejorando su nivel musical y pedagógico. En la actualidad cuenta con procesos de semillero, prebanda y banda, que han realizado sus muestras y presentaciones en diversos encuentros y festivales. Por sus resultados, la banda-escuela ha ejercido un liderazgo en la región del Cesar y Magdalena, lo que ha motivado a otras localidades cercanas a impulsar este tipo de proceso musical. Su director el profesor José Salatiel Madrid, creador de escuelas en toda la región.
En cuanto a la música vallenata, hay una lección viva para seguir creciendo porque son muchos los apoyos con que se cuenta, iniciando por el conocimiento con que cuentan niñas, niños, jóvenes y padres de familia. El Festival de la Leyenda Vallenata con el foro sobre el personaje homenajeado y en general toda su programación, academias como la de Andrés ‘El Turco’ Gil, La Escuela talento vallenato ‘Rafael Escalona’ de la Fundación Festival Vallenato, La Escuela de formación musical de Sandra Eugenia Padilla, Escuela de Formación Artística musical Leonardo Gómez. El Sena a través del programa de acreditación de artistas, la Biblioteca Departamental Carrillo, con su tarde de los jueves, dedicada a los juglares.
Los medios de comunicación escritos como El Pilón, disfruta de versados columnistas, caso de Julio Oñate Martínez, Jorge Naín Ruiz, y otros. De igual manera las emisoras locales tienen en su haber un buen número de experimentados comentaristas con interesantes programas radiales. Además la región posee un número importante de reconocidos estudiosos de nuestra realidad y del folclor vallenato, vinculados a las Universidades e investigadores que acreditan una importante bibliografía. Labores como la que viene desarrollando Jaime Hinojosa Daza a través del Portal Vallenato (www.portalvallenato.net).
Galería fotográfica de los Reyes de música vallenata de la Fundación Festival Vallenato, la de la Sociedad de Autores y Compositores (SAYCO),sobre el maestro Rafael Escalona y la organizada por Rafael Escalona Bolaño (hijo), La Tienda Compa´e Chipuco y otros muchos sitios y eventos que se me escapan-
Además hay en esta ciudad, estudios de grabación con las últimas tecnologías, que permite a los artistas hacer aquí sus grabaciones, con las comodidades requeridas. Quedaron atrás las épocas en que como nos cuenta Rodolfo Castilla, habían pernoctado en Medellín varios días grabando una trabajo discográfico y felices porque habían terminado y podían volver al Valle, zás, se le cae la caja a Castilla. Tuvieron que iniciar la grabación. O la experiencia que sobre el particular trae a cuento su hijo Tomás Rodolfo Castilla, cuando Nicolás ‘Colacho’ Mendoza se le cayó la conga y quedó grabado lo que Luis Enrique Martínez le dijo:” ¡recógela Colacho…¡”Algo similar sucedió con Adán Montero “… vamos Adán,”! recoge esa caja, digo la guacharaca¡”
“Estamos a tiempo de incursionar por el estudio de nuestras raíces culturales desde varios ámbitos, la familia, los medios de comunicación y de manera especial desde la escuela y la academia generar procesos que le conservarán con sentido crítico la memoria a nuestros pueblos. En una palabra la decisión está en manos de la Secretaría de Educación Departamental y Municipal”.