Por Miguel Aroca Yepes.
Haberse reunido el presidente Petro con ‘Los Cacaos’ de este país (los hombres más ricos de Colombia), en Cartagena y con el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayedlos en Dubái, vislumbra el renacer para un departamento con los mayores niveles de pobreza, para lo cual el gobierno nacional ha delineado la estrategia ‘Misión La Guajira’, una alianza público-privada que promete paliar la miseria social en que se sumerge el pueblo Wayuu, en contraposición a la gran riqueza del carbón que junto al gas y el petróleo habrá que desmontar gradualmente por directrices del COP28.
Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, presidente del Grupo Aval e hijo de Luis Carlos Sarmiento Angulo, acogió sin vacilación la propuesta del jefe de Estado, argumentando factores humanos que se retrotraen en el tiempo, cuando hace 15 años tuvo la oportunidad de hacer una brigada de la patrulla aérea volando pilotos y enfermeras a La Guajira.
“En aquel momento, me desplacé hasta El Cabo de La Vela y quedé absolutamente enamorado de lo que vi: ese contraste de las playas con el mar y ese viento constante es una cosa increíble. Es difícil no enamorarse de La Guajira”, reflexionó, coyuntura que aprovechará el mandatario colombiano para hacer de este paradisíaco y exótico territorio una potencia turística.
Montado en números, el empresario recordó que en La Guajira hay más o menos 1′100.000 habitantes, de los cuales el 50% representa la población indígena wayuu y la mitad de ese porcentaje reside en los municipios de Manaure y Uribia.
Sin embargo, advirtió que “el problema es que el índice de pobreza multidimensional en el departamento es de 82.7%: en Manaure del 86,7% y en Uribia del 92,2, no hay agua potable para un gran porcentaje de los habitantes y la desnutrición fue letal para 85 niños en el 2022.
Se muestran, entonces, dos fuertes inversiones para la península, la de los árabes y la alianza público-privada colombiana, esfuerzos que marcan la visión de Estado y el modelo de capitalismo progresivo que ha explicado hasta la saciedad la mejor economista del mundo, Mariana Mazzucato, quien asesora al presidente Petro, al poner en tela de juicio la riqueza de La Guajira, que ya no es, y quizás nunca lo fue, el carbón, porque trajo muerte en el territorio y deja muerte en la humanidad.
Abu Dabi, la capital, y uno de los 7 emiratos asentados sobre una de las mayores reservas de petróleo del planeta pone en marcha su maquinaria para alejarse de la dependencia del crudo y apostar por nuevas vías de desarrollo en el futuro como la nueva Singapur de Oriente Medio.
El país es consciente de que los combustibles fósiles son un recurso finito y están buscando un nuevo motor de crecimiento basado en las finanzas, con herramientas de ingeniería fiscal para pagar menos impuestos.
Emiratos Árabes Unidos es ahora un atractivo centro para los negocios, lo que explica por qué las grandes fortunas se mudan a Abu Dabi, respuesta que se desprende de la genial idea árabe traducida en minimizar la factura fiscal y salvaguardar los activos de jurisdicciones extranjeras.