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Mis mujeres, felicitaciones

Lo que son las vainas, ayer no me dio “el culo” para escribir nada y además me dolía y no me acordé que ese día era el Día Internacional de las Mujeres y si me hubiera acordado hubiera tenido tema, no para una columna, sino quizás para cuantas. Eso no tiene perdón de Dios, un nieto de Rafael Silvestre Martínez Daza “Martínez” y de Antonio Aponte Jiménez “Apuntico” que tuvieron más de 75 hijos en 30 o más féminas, hijo de Chema Aponte y yerno de Hernando Morón, sobrino de Julio, Carlos y Pedro Nel Aponte, primo de Julio Aponte Cárdenas y Mañego, que picaron tantas hembras y procrearon más de 100 muchachos, sin meter a mi tío José Manuel Martínez, quien con su hijo Juan Manuel y sus sobrinos Nelson, Jesús, Juan Félix, Cheíto y César, superaron también los 100, faltándome mis tíos el Beato, Millo, Buena y Rafa con un promedio de 10 cada uno, se me había olvidado ese día tan importante, el día de mi abuela Tive, de tan grata recordación, de mi inolvidable mamá “Mamá Uchinda”, Lucinda, el día de Mercy, mi señora, mi abnegada y ejemplar consorte, de Margoth Cuello, mi recordada y buena suegra, el día de Icha, la tía mamá de mis hijos, de Meche mi pechichona con sus nietas Sofía y Sara, de Maryuris y Julieth, con sus retoños Julieta y Elena, mis consentidas; de Doris, Dina, Mireya, Helga, Lourdes, Nicelda y Sol, mis generosas y buenas hermanas, mis cuñadas Danys, Amparo y Margarita, Gladys, Hilba, Malvina, Inés Beatriz, Alicia, Edda Rosa, Fanny y Carola y de mis concuñadas Belinda, Elaine, María José y Ayllen, también de mis sobrinas que no cito a ninguna porque son tantas y se llena este espacio, pero que a todas quiero por igual; el día de mis “ñias” Gladys, La Negra y Acela, de Laura, la servicial señora del doctor Marcelo Calderón que con cariño nos recibe todos los días con tinto y agua helada por más de 20 años, a Carlota la señora de Toño Maya, quien también los domingos nos brinda ricos platos, a Iralys, “Doña Ira”, que me atiende a cuerpo de rey y a mi comadre Hilda, la señora de mi querido compadre Atilio y de manera especial a Doña Edith Mendoza Mendoza ¿quién es esa?, nada menos que La Mona del Patacón Pisao; a La Mencho, quien por espacio de muchos años me complace transcribiendo y enviando esta columna a El PILÓN y a Diario del Norte. No puedo dejar pasar a Lourdes, otra mamá de mis hijos en Guacoche, y de ahí mismo a mi comadre Genith y Eduvilia y en el Cielo a la Culebra Verde y aquí en mi casa a Dayana, nuestra fiel administradora de todo en nuestro hogar y para terminar y dejando muchas mujeres por fuera a Iveth, Herlinda, María Teresa, Juliana, Marcela, Nubia, Elsa Nora, Maida, María Elena, Miladys, Anita, Cilia y Esperanza, mis queridas vecinas del bello Conjunto Rosas del Ateneo y cierro deseándole una pronta recuperación a la legendaria Margoth Perdomo. Felicitaciones a todas las mujeres del mundo, el mejor invento que Dios hizo.

Anécdota: en un manicomio hicieron un concurso para medir el grado de locura de sus pacientes y al menos loco lo dejaban en libertad y salió favorecido uno y entonces los demás le preguntaron qué cómo había hecho para contestar acertadamente y les dijo agarrándose la cabeza: “naita, el culo”. 

José Manuel Aponte Martínez

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