Cuatro medidas adoptan CREPAD y CLOPAD
Luego de la visita a las zonas afectadas por el invierno en el municipio de Curumaní y áreas cercanas a Chimichagua, el gobernador de Cesar, Cristian Moreno Panezo, reunió a los miembros de los Comités de Prevención y Atención de Desastres tanto Regional y Local como CREPAD y CLOPAD, con los que adoptó cuatro medidas oportunas para atender a los damnificados.
Las medidas son: Integrar esfuerzos institucionales para rehabilitar corredores viales que fueron intervenidos, priorizar las demandas para atender a los afectados, emprender acciones ante el Gobierno Nacional que conjuren la situación de vulnerabilidad de los municipios de Curumaní y áreas de Chimichagua por causa de las avalanchas y creciente súbitas de los ríos y solicitar apoyo a la Dirección Nacional de Gestión de Riesgo con elementos como paquetes de alimentos, aseo, cocina, colchonetas, zinc, plástico, sacos, pico y pala que permita atender a los damnificados y realizar labores de prevención.
El Mandatario Departamental visitó durante tres días en compañía del alcalde de Curumaní, Alaín Cárcamo, al igual que los organismos de socorro como Cruz Roja y Defensa Civil, veredas y corregimientos afectados por el desbordamiento de ríos y quebradas como Dos Brazos, San Pedro Alto, Calichosa, Cocli, El Mamey, Algarrobo, San Rafael, San Sebastián, entre otros, al igual que aquellas zonas rurales como Pitalito, Santa Lucía y hasta El Tigre que comprenden 20 km en el municipio de Chimichagua.
“La situación resulta dramática en esas zonas donde se estima que 5 mil familias resultaron afectadas y el número de damnificados llega a mil 500. Los aumentos en los caudales de los ríos Animito y San Pedro desbordó quebradas y acequias que afectaron a muchos corregimientos de Curumaní y comprometió además la región de Chimichagua que se ha venido atendiendo ante la falta de respuesta de este municipio”, sostuvo el Gobernador del Cesar.
Durante la visita se valoró que existen 197 viviendas con grietas, y 62 destruidas por las lluvias, los puentes Caño Burro y San Pedro Alto están a punto de colapsar por lo que canalizarán los afluentes de tal manera que se puedan intervenir y se intervendrá de manera oportuna las vías terciarias y secundarias debido a la gravedad en que se encuentran producto de los derrumbes.
Lo oportuno ante lo ocurrido ha sido la asistencia humanitaria que ha permitido mitigar el impacto entre los damnificados. Se han entregado alimentos, botas, entre otros elementos y se priorizaron otros con urgencia.
De acuerdo con Amaury Arroyo, coordinador de Riesgo del Cesar, el inventario por perdidas de semovientes y cultivos es aún impreciso, por lo que se realizará un censo que determine la magnitud del daño.
Sin embargo en acta del CREPAD y CLOPAD quedó establecido que cerca de Nueve mil hectáreas de pasto resultaron afectadas, al igual que 4 mil 900 hectáreas de cultivos transitorios como maíz, plátano, yuca, palma, cacao y café.