Cada vez son más seguidos los casos de denuncias ciudadanas por presuntos ‘malos procedimientos médicos, negligencias o falta de operatividad’ por parte de las clínicas u hospitales de Valledupar. El pasado viernes 26 de agosto, a mediodía, Leonor Duarte Durán se dirigió al área de urgencias de la Clínica de Valledupar con su hermana de 49 años Eva Duarte Durán, toda vez que esta presentaba dolor intenso en el pecho, adormecimiento en la manos, fiebre y vómito, según relato a este diario.
Ante los síntomas, categorizados por Leonor como un posible infarto, esperaban atención inmediata, específicamente en el área de reanimación, sin embargo, cuenta Leonor, que fueron remitidas a ‘triaje’, donde se determina la intensidad de la urgencia.
“Le dije al portero que mi hermana tenía síntomas de infarto, pero este me dijo: que tenía que llevarla a ‘triaje’, pero yo le insistí en que ella iba con síntomas de infarto. Me dijo que la sentara y por allí había un médico, que hablara con él y me dirigí hasta allí. El médico estaba con una enfermera en uno de los consultorios y no estaban haciendo nada, le dije que mi hermana tenía esos síntomas; la enfermera salió a hacerle el ‘triaje’, pero se me adelantó y entró a esa área primero y cerró la puerta. Estuve tocando pero nadie me abrió”, contó Leonor desconsolada.
De acuerdo a su relato, pasaron aproximadamente 10 minutos y abrieron la puerta, sin autorización, ingresó al consultorio con su hermana Eva. “La enfermera solo nos decía que mantuviéramos la calma y que ella no tenía síntomas de infarto porque tenía la presión bien. Le tomó la saturación y el ritmo cardíaco y esta última la tenía en 36 y la saturación en 61, es decir, muy bajita, anormal. Y se puso a buscar un glucómetro para hacerle una glucometría”.
Y siguió relatando: “Al ver esos números grité y le dije que mi hermana estaba a punto de infartar, pero la enfermera tenía paciencia, trabajaba con lentitud y cuando la enfermera estaba saliendo del consultorio a mi hermana le dio un infarto fulminante y murió en mis brazos”.
Eva, según sus familiares, se dedicaba a vender empanadas y no tenía enfermedades de base, era una “persona sana”. “Mi hermana falleció en ese triaje sin que le hicieran algo, ni siquiera la vio un médico. Cuando le dio el infarto sí salieron todos: médicos, enfermeras, camilleros y demás, para llevarsela a reanimación, pero ya no había nada que hacer. Nadie le prestó atención a lo que yo decía. Mis palabras cayeron en un saco roto. Ellos creyeron que yo estaba exagerando. Hicieron caso omiso a lo que yo hacía”, alegó.
EL PILÓN quiso conocer el pronunciamiento de la Clínica Valledupar, sin embargo, decidieron no dar declaraciones públicas al respecto. Entretanto, se espera que en los próximos días hagan un pronunciamiento mediante un comunicado de prensa oficial.
EL SEPELIO
Leonor contó a esta casa editorial que el sepelio de su hermana se llevó a cabo el pasado sábado, y anticipó que próximamente estará interponiendo una demanda en la Fiscalía por este caso.