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Mi canto y mi fama

Implacable es el paso del tiempo, detenerlo es un anhelo infructuoso, la tecnología revive reminiscencias y gracias a la memoria podemos recuperar recuerdos e información del pasado. El próximo lunes 22 de diciembre conmemoraremos un año de la partida del ‘Cacique’ Diomedes Díaz, hacia lo intangible que supone la eternidad, en mi mente el golpe de la noticia parece que fue ayer, percibo la conmoción instantánea, reflexiono sobre la voluntad de Dios y comprendo que la vida es un periodo largo y la muerte un capitulo ineludible.

Pocos hombres pueden contar que placentera es la muerte cuando su asomo produce una mezcla de tristeza y gratitud, y la certeza de inmortalizarse en el recuerdo, Diomedes Díaz, fue uno de esos pocos, su versatilidad conquistó gratitud en incontables amaneceres con un sello indeleble como esta frase inmortal: “La llevo del alma prendida a toda mi fanaticada y el día que se acabe mi vida les dejo mi canto y mi fama”.

No deja de ser curioso que un artista acostumbrado a trasmitir emociones positivas se haya marchado en diciembre, el mes esperado por todos por su sinónimo de alegría, en especial, por este verso de la canción mensaje de navidad: “Que se olviden de los recuerdos y se llenen de parabienes, les deseo prospero año nuevo y ventura para los que vienen”.

La esencia del artista nacido en Carrizal fue y es propia de poetas recónditos que sobreviven por las bondades de la naturaleza y las vivencias espontáneas, elementos que atesoran para que los dones expriman hasta la última gota y la describen metafóricamente en cada composición. Los reconocimientos posteriores cuando el ser dejó de existir suelen ser debatidos, hacerlo con Diomedes Díaz lo contradice, inclusive en mi consideración es una deuda pagada de forma extemporánea.

Diomedes Díaz fue un genio de la música, lo demostró cada vez que cantaba, esa es la forma utilizada por los dotados con talento, también caracterizados por vivir meteóricamente alegrando corazones y comprometidos con su fanaticada, ese es su principal entusiasmo, ni siquiera la fortuna que brinda el dinero logra desplazarla, aunque facilite el goce de los placeres que ofrece el mundo. La vida es un estado que cobra caros los excesos, pero el genio no entiende de condiciones, no obstante, su conducta controvertida es la que debe evitar repetición en los que continúan la senda de cultivar el folclor.

El legado musical de ‘El Cacique’ Diomedes Díaz es una obra completa, pulida con empeño y resistente a la evolución musical y generacional, eso sí, disponible para crear escuela, enamorarse, alegrar parrandas y para homenajear su memoria y talento, porque nadie cantará como el cantor campesino. Un año después de su partida su voz permanece como el concepto de sus obras, Diomedes, hizo música para todos los gustos, momentos de cada día, con argumentos sostenibles como ojos penetrantes y flores inmarchitables. El año pasado días después de su fallecimiento hice un artículo que bautice: simplemente gracias Diomedes Díaz, hoy refrendo mi agradecimiento y pido a Dios que lo tenga gozando de la intangible eternidad.

Amigos contertulios, un abrazo afectuoso mis mejores deseos en esta navidad, mucho amor y paz en cada una de sus familias.
@LuchoDiaz12

Luis_Elquis_Diaz: