Desde el año 2014, la firma Grama Construcciones S.A anunció en exclusivo evento que a Valledupar llegaría el centro comercial Megamall y generó expectativas de generación de empleo y posibilidades de un nuevo lugar para el disfrute de los compradores y turistas de vitrinas.
Luego las obras iniciaron y desde entonces no se ve avance, según los vallenatos que esperan la obra terminada. Pero otra historia viven los habitantes del Dangond y barrios más hacia el sur por donde recorre agua diariamente, debido al alto nivel freático del terreno.
“Encima de un manantial están construyendo Megamall y como lo están secando con un tubo que va a desembocar al lado de la Cárcel Judicial y nadie de los dirigentes de Valledupar ha dicho nada acerca del manantial natural que hay en ese lugar”, dijo Adaulfo Galvis Contreras.
Las inconformidades que genera toda obra tienen un final que en el Dangond no han visto llegar. De manera que los trancones, el polvo en el aire, la maquinaria pesada, los ruidos constantes, el agua desperdiciada y lo que esto genera, podrían haberse olvidado si la obra hubiera avanzado.
“Es que Megamall es para que tuviera varios carrotanques y sacara el agua para suministrarla a los habitantes de Valledupar, para regar la arborización de Valledupar, darle aprovechamiento”, afirmó Luis Carlos Castro, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal.
Para los que se consideran damnificados por la obra, también reconocen que el centro comercial si traerá un nuevo aire a la comunidad, valorización, pero a un costo muy alto: su tranquilidad.