Hoy día del Medio Ambiente, nos parece propicio hablar de este tema.
Dentro de los cinco premios Nobel instituidos por el inventor e industrial sueco Alfred Nobel, está el premio Nobel de Paz, este premio se entrega cada año en Oslo, la capital de Noriega.
El 10 de diciembre de 2007 este premio fue otorgado al norteamericano Al Gore, junto al Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, por sus esfuerzos para construir y diseminar un mayor conocimiento sobre el cambio climático causado por el hombre y poner las bases para la toma de las medidas que sean necesarias para contrarrestar ese cambio de acuerdo a lo precisado por el presidente del Comité Nobel Ole Danbolt Mjoes. Un año antes del premio, Al Gore había presentado a lo largo del mundo su documental sobre las implicaciones del calentamiento global: la verdad que incomoda.
Por su parte, el IPCC se estableció en 1988 por iniciativa de la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. En relación con su trabajo, el Comité Nobel destacó la labor desarrollada a través de casi dos décadas, exponiendo que han creado un más amplio consumo sobre la conexión entre las actividades humanas y el calentamiento. Miles de científicos y de funcionarios de más de cien países, incluyendo a Suiza, han colaborado para alcanzar la mayor certeza en cuanto al nivel del calentamiento.
Al argumentar la concesión del Nobel de la Paz, el Comité destacó los esfuerzos de los galardonados en la lucha contra el Cambio Climático como uno de los factores que pueden amenazar, las condiciones de vida de gran parte de la humanidad, pues originarían, entre otras cosas, migraciones a gran escala una mayor competencia por los recursos naturales y conflictos violentos entre países.
Este premio fue un aporte del Comité Nobel para llamar la atención sobre el problema del cambio climático, e instar activamente a que se tomen medidas urgentes para detenerlo. Más allá de las opiniones, es fundamental rescatar la relación que establece este premio: ecología – paz. A partir de esta naciente dicotomía se analizará el impacto social y económico que tiene la problemática mundial en las sociedades contemporáneas.
Según el Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA 2000). “Hay dos tendencias que caracterizan el comienzo del tercer milenio: Primero, el ecosistema mundial se ve amenazado por graves desequilibrios en la productividad y en la distribución de bienes y servicios. Una gran parte de la humanidad todavía vive en extrema pobreza. Esta brecha cada vez mayor e insostenible entre la riqueza y la pobreza amenaza la estabilidad de la sociedad en su conjunto y, en consecuencia, el medio ambiente mundial. Segundo, el mundo se está transformando a un ritmo cada vez más acelerado pero en ese proceso la gestión ambiental está atrasada con respecto al desarrollo económico y social”.