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Me uno a la campaña ¡Párala Ya¡

El dolor, la angustia y la impotencia son sensaciones que no se pueden describir y son las manifestaciones propias del duelo que entre abrazos, lágrimas y sollozos vive una familia Vallenata, clamando la misericordia de Dios, para poder entenderlo; expresiones como ¿quién cuidará a los niños? son las que nos hacemos cuando ocurre un suceso de esta naturaleza, porque quien ha partido es una madre, una hija, una esposa y una mujer, víctima de la intolerancia y de la violencia generalizada que hoy vive la familia y especialmente la mujer en todos los rincones del mundo; por ello, hoy quiero llamar la atención y dedicar este espacio a este ser maravilloso, que sin de dudas, es el propio reflejo del amor de Dios, a ese ser que lleva en su vientre las semillas de la vida, esas semillas que nutren la tierra y siembran la alegría, la ternura y el amor, además de ser la musa de innumerables poemas y canciones, que exaltan sus más excelsas cualidades y belleza.

Luego no hay explicación, sí la mujer es de la misma esencia de la vida y esa cajita de cristal que todos debemos cuidar, porque sigue siendo víctima de violencia y discriminación, convirtiéndose estos hechos en un grave problema de salud pública y de violación de sus derechos humanos.

Según la Organización Mundial de la salud, la violencia contra la mujer, especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual indican que el 35% de las mujeres del mundo han sufrido violencia de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida, que el 30% de las mujeres que han tenido una relación de pareja refieren haber sufrido alguna forma de violencia física o sexual por parte de su pareja. Un 38% de los asesinatos de mujeres que se producen en el mundo son cometidos por su pareja.

Por su parte, el Departamento del Cesar tampoco es ajeno a esta estadística, según reciente publicación editada en este medio, el Instituto de Medicina Legal reporta 995 casos de violencia de parejas y que el 85% de los delitos sexuales también tienen como víctima a las mujeres, con diferentes tipos de violencia ( psicológica, física y restricción de libertades). Todo esto, pese a que en nuestro país se encuentra vigente la ley 1257 de 2008, cuyo objeto fue la adopción de normas que permitieran garantizar para todas las mujeres una vida libre de violencia, el ejercicio de sus derechos, el acceso a los procedimientos administrativos y judiciales para su protección y atención, y la adopción de las políticas públicas necesarias para su realización.

De igual manera, se expidió la ley 575 de 2000, que establece medias de protección en caso de violencia intrafamiliar. Como quien dice, la ley no ha sido suficiente para frenar estas desadaptadas conductas en contra de la mujer. Creería que falta más compromiso por parte de las autoridades nacionales, seccionales y locales, pues las acciones para contrarrestar esta situación no pueden quedarse únicamente en el papel, en afiches que los destiñe el tiempo y en anémicas charlas con poca asistencia en las localidades y lideradas por las primeras gestoras locales. Se necesita de una política pública, clara, eficaz, consiente, pero sobre todo, acompañada de recursos para poder articularla entre el Estado y la familia. Pero además, esta iniciativa tampoco debemos cárgasela toda a las mujeres; nosotros los hombres debemos involucrarnos más en el asunto, no se trata de una manifestación feminista, sino de unaproblemática social y familiar que nos toca a todos. Por eso me uno a la campaña ¡PARALA YA¡ defensora de los derechos de la mujer.

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Carlos Guillermo Ramirez: