Hoy se conmemora en el mundo el Día del Riñón y como parte de esta conmemoración la compañía farmacéutica Novartis y la Fundación Retorno Vital, a través de su campaña: “Porque a mí SÍ me duelen los riñones” están haciendo un llamado a las personas para que estén alertas ante los posibles factores de riesgo de desarrollar el cáncer renal, y especialmente a los síntomas de advertencia de que algo puede estar mal.
El cáncer de riñón es un tumor maligno que aparece en las células del riñón. Los riñones son dos órganos con forma de fríjol, localizados en la parte lateral del abdomen y que tienen la importantísima función de filtrar la sangre retirando los desechos que se encuentren en ella excretándolos por la orina.
Como el riñón en sí mismo no duele y es la cápsula que lo recubre lo que produce el dolor avisándole al cuerpo que algo anda mal, los tumores en los riñones pueden pasar desapercibidos por mucho tiempo y llegar a ser un hallazgo incidental cuando el paciente consulta por otras causas y se le toma una ecografía o un TAC abdominal.
Este tipo de cáncer es poco común. Representan entre el 2 y el 3% de todos los cánceres a nivel mundial. Se presenta más en los países desarrollados que en los emergentes, quizás por factores de estrés o de dieta.
Se diagnostican cerca de 1.100 casos nuevos al año de cáncer renal (que es una cifra muy significativa y de alarma en nuestra población) y la mayoría de estos diagnósticos son incidentales.
De los nuevos casos, aproximadamente uno de cada 3 (30%) son diagnosticados en estado avanzado/metastásico (cuando ya el cáncer ha invadido otros órganos).
Este tipo de cáncer es más frecuente en hombres que en mujeres y especialmente en adultos mayores. Más del 50% de los casos se diagnostica en personas con edades entre los 55 y los 74 años de edad. La edad promedio del diagnóstico de esta patología es a los 64 años.
Factores de riesgo
De acuerdo con Adriana Robayo, nefróloga, secretaria ejecutiva de Asocolnef, los siguientes pueden ser algunos de los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida para posiblemente desarrollar cáncer renal:
· Tabaquismo, hábito de fumar, especialmente relacionado con la cantidad de cigarrillos que fuma una persona.
· Hipertensión arterial, se ha demostrado que es un factor de riesgo para desarrollar este cáncer.
· Obesidad: las personas con sobrepeso tienen un mayor riesgo de padecer cáncer en las células renales.
· Factores de riesgos genéticos y hereditarios. Hay algunas enfermedades muy poco frecuentes que pueden predisponer a padecer cáncer renal por lo que es importante si algún familiar ha presentado cáncer renal consultar con su médico.
Síntomas
Los primeros síntomas a los que deben estar alertas las personas son:
· Orina con sangre.
· Dolor en las partes laterales del abdomen.
· Una masa palpable en las partes laterales del abdomen.
· Fiebre.
· Pérdida de peso.
Diagnóstico
Se diagnostican cerca de 1.100 casos nuevos al año de cáncer renal y la mayoría de estos diagnósticos son incidentales.
De los nuevos casos, aproximadamente uno de cada 3 (30%) son diagnosticados en estadío avanzado/metastásico (cuando ya el cáncer ha invadido otros órganos).
El cáncer renal usualmente se diagnostica como hallazgo incidental de un diagnóstico como un TAC, o una ecografía abdominal detectándose una masa en el riñón.
El diagnóstico definitivo se debe hacer tomando una biopsia del riñón que permitirá determinar el tipo de cáncer.
Como parte del diagnóstico se realizan otros exámenes de laboratorio e imágenes que son importantes para evaluar el estadío de la enfermedad.
Tratamiento
El tratamiento para el cáncer de riñón dependerá de la etapa en que se encuentre el cáncer y del estado de salud general en que esté el paciente.
En la etapa I el tumor maligno puede tener un tamaño menor a los 7 centímetros. El 95% de los pacientes diagnosticados en esta fase, está vivo a los cinco años después de que es descubierto el cáncer.
En esta fase el tratamiento consiste en la extracción del riñón y la persona sigue su vida normal, pero con los controles rutinarios para detectar posibles recaídas.
En la etapa II el tumor es de un tamaño mayor, sigue ubicado en el riñón, pero el porcentaje de sobrevida a los 5 años se reduce del 95 al 88%. Igual que en la primera fase, el tratamiento incluye la extracción del riñón.
En las fases I y II se considera que el cáncer renal se encuentra en estado temprano.
En la fase III ya se puede haber extendido el cáncer hacia los ganglios o los vasos sanguíneos del riñón y el porcentaje de sobrevida baja del 88 al 59% a los cinco años del descubrimiento.
La etapa IV es cuando el cáncer ha hecho metástasis, se ha extendido a otros órganos y el porcentaje de sobrevida a los 5 años se reduce apenas al 20% luego de ser detectado.
En las fases III y IV se señala que ya es un cáncer avanzado. El tratamiento en la fase IV puede incluir, aunque no siempre, la extracción del riñón y medicamentos llamados terapias dirigidas que pueden aumentar la sobrevida de los pacientes.