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Matrícula Cero, un logro que debe ser política pública en el Cesar

En el plano local uno debe destacar a quienes cursan pregrado en la Universidad Popular del Cesar, UPC, por haber sido persistentes en el segundo semestre del 2020 y el primer semestre del 2021 en todo lo que se refiere a matrícula cero, frente a las autoridades del orden nacional (Ministerio de Educación Nacional), departamental (Gobernación del Cesar) y frente a las mismas autoridades de la UPC (Rectoría y Consejo Superior Universitario).

Espero que además de los upecistas, las otras universidades públicas con presencia en el Cesar, como la Universidad Nacional Abierta y Distancia, UNAD, y la Universidad Nacional de Colombia, se beneficien. En consecuencia me parece que Presidencia de la República y el Ministerio de Educación, al garantizar la matrícula cero para todos los estudiantes de estratos 1, 2 y 3, en el segundo semestre del 2021, de las universidades e institutos técnicos de carácter público del país, tomaron una decisión valiosa como política de Estado. Decisión que debe buscarse también para el 2022.

La gratuidad en la educación superior no es ni un tema nuevo ni único del país; pero se muestra como un gran logro de los estudiantes del país, e insisto en el Cesar la conquista lleva el sello upecista. Sello que debe ir más allá de haber conseguido un logro temporal o solo para época de pandemia en departamentos donde existen regalías directas.

Y es que si sumamos y restamos y le metemos pragmatismo es poco lo que se compromete en materia de recursos públicos, si lo comparamos con los dilapidados en materia de corrupción. Para que se vayan en sobrecostos, en mala calidad de obras, en obras inconclusas o en adiciones en valor de los contratos estatales, yo prefiero que se inviertan o incluso represente un gasto público en cuanto a educación superior pública.

Esa política pública en el Cesar tiene un antecedente importante con Hernando Molina Araújo, cuando fue gobernador, gestor de las becas o incentivos para estudiantes de la UPC, y posteriormente con Cristian Moreno Panesso, creador de Fedescesar. Esa es la realidad. Ambos gobernadores generadores de una política de corte social; Molina Araújo dio los primeros grandes pasos (las gestiones en las secretarías de Hacienda y de Educación departamental de esa época no mienten) y Moreno Panesso institucionalizó Fedescesar para estudiantes de universidades públicas en nuestro departamento, todas sin excepción (la ordenanza no miente, ordenanza de la que fui testigo como diputado y presidente de la Duma Departamental en ese momento histórico).

Para hablar con más claridad esto de matrícula cero y la consecuente gratuidad en la educación superior pública debe llegar para quedarse, en especial en aquellos departamentos que reciben regalías directas. Tomen nota actuales secretarios de Hacienda y de Educación de la Gobernación del Cesar y revisen antecedentes históricos.

Yo poco hablo así, pero mi sugerencia es que los estudiantes de universidades públicas como las del Cesar, La Guajira, Meta y Huila, entre otros, dialoguen entre sí y se pongan de acuerdo en que desde lo territorial con recursos de regalías se fortalezca y se institucionalice desde del Sistema General de Regalías la política pública de gratuidad en la educación superior para estudiantes que cursan pregrado en universidades públicas en los departamentos que reciben regalías directas en el país. El Cesar está obligado.

En eso los upecistas a nivel departamental y nacional pueden tener un liderazgo, pero que sea vea plasmado en ordenanzas departamentales impulsadas por los actuales gobernadores y las actuales asambleas departamentales.

Yo soy diputado y créanme que se puede lograr que la política pública de matrícula cero, que no es nada distinto que la gratuidad en la educación superior pública, sobre todo en estudiantes de estratos 1, 2 y 3, quede en lo departamental institucionalizada, más aún donde existen regalías.

Señores estudiantes upecistas, métanle aún más a este tema y no permitan que ningún gobernador, rector de universidad (llámese UPC) o consejo superior universitario, incluso el de la misma UPC, opine distinto. Es decir, vayan por una política pública departamental de matrícula cero.

Yo estoy listo para aprobar esa ordenanza y todo lo que presupuestalmente se llame o involucre Matrícula Cero en el Cesar. Prefiero nuestras regalías, las de todos los cesarenses, diez mil veces en educación superior pública que en otras cosas. No todo es ladrillo y cemento.

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