Durante el fin de semana, los organizadores de los XIX Juegos Bolivarianos Valledupar 2022 desarrollaron una jornada de capacitación sobre el concepto integral de este acontecimiento deportivo.
La jornada fue dirigida a los miembros de la prensa local, cuyo exponte principal fue el reconocido periodista, Estewil Quesada, experto en este tipo de eventos debido a su larga trayectoria en estas lides.
Más que una capacitación se trató de un análisis pormenorizado de la gran connotación que un evento de esta índole representa para una ciudad, región o país, por ello muchas naciones y ciudades anhelan ser escogidas como sedes para su organización y realización. Esa designación siempre se la disputan muchos y se requiere de un gran lobby para lograrlo.
Colombia y Valledupar lo lograron, lo cual de entrada ya es un privilegio que redundará en muchos beneficios para la ciudad y su entorno regional, eso es lo primero que hay que valorar en su real dimensión, valoración que incluye a todos sin excepción, no es solo a las diferentes autoridades gubernamentales y el comité organizador, es una causa común para cualquier vallenato que así se sienta.
“Estamos hablando de algo que es más que un evento deportivo”, dijo el panelista para denotar la gran importancia del tema. Bajo ese precepto se desencadena una serie de detalles que en apariencia se pensaría que son minúsculos e insignificantes, pero no, estos son fundamentales para hacer una acertada promoción de la ciudad y del país en general.
La atención a la prensa es fundamental, en especial a la que viene de otros lares, a partir de ahí comienza una buena o mala impresión de ciudad o país, pues es a través de los medios de comunicación que se forma el concepto de la imagen de algo. Pero esa función de proyectar un impacto positivo debe comprometernos a todos, autoridades, taxistas, hoteles, comercio y ciudadanía en general.
Contextualizar a propios y visitantes sobre nuestra historia e idiosincrasia es clave, saber vender lo que somos y nuestros valores culturales con auténtica identidad es parte de una de las principales tareas en estos juegos bolivarianos.
El gancho noticioso en el orden internacional, nacional y local son los juegos, son los resultados y nivel de competencias deportivas, pero en medio de todo eso está Valledupar y Colombia con sus riquezas culturales, turísticas, económicas, arquitectónicas, urbanísticas, paisajísticas, gastronómicas, religiosas y toda una larga lista de atractivos y de ciertos intereses específicos para uno u otro sector.
Pero eso por sí solo no funcionaría, se requiere de toda una estrategia capaz de capitalizar al máximo todas las bondades y ventajas que ofrece la condición de ser sede de un evento deportivo de carácter internacional, ahí es donde resulta fundamental el papel de las autoridades gubernamentales, son ellas las encargadas de propiciar las herramientas y mecanismos requeridos para involucrar a todos en el aprovechamiento de esta oportunidad de oro que hoy la historia le está brindando a Valledupar y al departamento del Cesar.
Las cifras que se manejan para la realización de estos juegos bolivarianos son sorprendentes en cuanto al número de deportistas que vienen, personal de logística, personal administrativo, periodistas y público en general, además de esa inmensa infraestructura física y de insumos de toda naturaleza. El número de empleos durante un mes es muy significativo para una ciudad que como Valledupar está muy golpeada por ese flagelo.
En realidad, estamos frente a una coyuntura especial para nuestra región, de nosotros depende que todos eso se convierta en algo más que un simple evento deportivo.